CABO CAÑAVERAL.- La Nasa canceló hasta las 03:46 GMT del lunes el lanzamiento a Marte de la sonda "Oportunity" debido a los fuertes vientos en la zona de despegue.
El lanzamiento estaba previsto para pocos minutos antes de la medianoche hora local, pero fue retrasado por la presencia de un barco dentro de la zona restringida y la posibilidad de que el viento esparciese gases tóxicos del cohete a zonas pobladas.
El segundo intento, programado para las 04:38 GMT, fue cancelado debido a los fuertes vientos a 4.500 metros de altura, según explicó un portavoz de la agencia espacial estadounidense.
La misión de la sonda "Oportunity" es tratar de descubrir si hubo vida alguna vez en el planeta rojo, al que debería llegar en enero junto a otra unidad que dejó la Tierra el 10 de junio.
Su lanzamiento ya fue aplazado hace algunos días debido a fisuras en el aislamiento del cohete Delta II que la transporta.
Si el despegue se realiza finalmente, el "Oportunity" seguirá los pasos de su hermano gemelo, el "Spirit", que dejó el Centro Espacial Kennedy el 10 de junio y se encuentra ya a más de 2,6 millones de kilómetros de la Tierra.
Las dos sondas alcanzarán en enero puntos opuestos de la superficie de Marte, donde formaciones rocosas sugieren que corrió el agua y, por ello, pudo existir vida.
"Usaremos los vehículos para encontrar rocas y suelos que puedan ofrecer pistas sobre los ecosistemas húmedos del pasado de Marte", dijo Cathy Weitz, una científica del programa.
La Agencia de Aeronáutica y del Espacio (Nasa) considera poco probable que existieran organismos complejos como en la Tierra debido a lo inhóspito del planeta, que es barrido por vientos de casi 130 kilómetros por hora, tiene una temperatura media de 53 grados centígrados bajo cero y cuya atmósfera es un 95 por ciento dióxido de carbono.
No obstante, los marcianos del pasado podrían haber sido microbios muy simples, y no es impensable que algunos de ellos persistan hoy en día en fuentes termales subterráneas, según la Nasa.
Con este proyecto, con un costo de 800 millones de dólares, la agencia estadounidense pretende capturar otra vez la imaginación del país y salvar su reputación, después del desastre del transbordador Columbia, que se desintegró en febrero al regresar a la Tierra tras una misión de 16 días, y en el que murieron sus siete tripulantes.
Esta misma semana la Nasa perdió su Prototipo Helios, una nave impulsada por energía solar que fue el avión que más alto ha volado, a una altura de casi 30.000 metros. Helios cayó al Océano Pacífico cerca de Hawai por causas desconocidas.
Los ingenieros de la Nasa quieren tener más suerte con la exploración de Marte, aunque dos de cada tres misiones a este planeta han fracasado, según Ed Weiler, administrador adjunto de esta agencia para ciencias espaciales.
Después del fallo del "Mars Polar Lander", que usaba cohetes para descender al planeta y se desintegró en 1999, la Nasa ha optado por un diseño más simple para "Oportunity" y "Spirit".
La caída de los vehículos sobre el planeta rojo será ralentizada por paracaídas, y bolsas de aire suavizarán el choque contra la superficie. Aún así, la Nasa espera que boten por lo menos doce veces y rueden un kilómetro o más antes de parar.
Cuando se detengan, se desinflarán las bolsas y las naves se enderezarán. Los robots realizarán un reconocimiento del terreno con su cámara de 360 grados y abandonarán el vehículo que les llevó hasta Marte.
El "Oportunity" se encontrará en "Meridiani Planum", una región con alta concentración de óxido ferroso, que en la Tierra se forma casi siempre donde hay agua. El "Spirit" buscará rocas sedimentarias en el Cráter Gusev, que se cree que fue el lecho de un lago.
Los vehículos, que son "el equivalente mecánico de un geólogo que pasease por la superficie de Marte", de acuerdo con la NASA, cuentan con una cámara panorámica, varios espectrómetros y un microscopio para analizar la composición y el aspecto de las rocas.
Los vehículos, que pesan 180 kilogramos y tienen el tamaño de un coche de golf, sortearán los obstáculos del terreno con sus seis ruedas hasta recorrer alrededor de 40,2 metros en cada uno de los días marcianos, que tienen una duración de 24 horas y 39 minutos.
La Nasa pronostica que su vida útil será de 90 días marcianos (92 terrestres), ya que dejarán de funcionar cuando el polvo oculte los paneles solares que les dotan de energía.
Su presencia en Marte coincidirá con la de otras dos naves lanzadas al planeta rojo por Japón y la Agencia Espacial Europea.