BAGDAD.- Fuerzas estadounidenses respaldadas por aviones de guerra y vehículos armados lanzaron el domingo una operación para frenar la resistencia armada en las áreas al norte de Bagdad donde Saddam Hussein gozaba en un tiempo de amplio apoyo.
El más alto funcionario civil de Washington en Irak, Paul Bremer, dijo que las fuerzas lideradas por Estados Unidos sufrirían más bajas hasta que los individuos leales a Hussein fueran muertos o capturados.
Pero el comandante del ejército estadounidense Tommy Franks, que condujo la rápida victoria sobre el ejército de Irak, dijo que los recientes ataques contra soldados estadounidenses no "estropearán la victoria".
Bremer señaló que Washington cree que Hussein, derrocado el 9 de abril, podría aún estar vivo pese a los intentos durante la guerra de Irak por matarlo en bombardeos basados en datos de la inteligencia.
"Presumo que está todavía vivo, y lo capturaremos, vivo o muerto", dijo Bremer a CNN.
Las fuerzas estadounidenses, que han sido atacadas casi a diario en las últimas semanas principalmente en la zona central de Irak, dominada por los sunitas, y que han sufrido la muerte de varios soldados, detuvieron a más de 60 personas y confiscado armas y documentos militares como parte de la operación.
"Ninguna baja en las fuerzas de la coalición se ha reportado en la ofensiva. (La operación) Serpiente de cascabel (...) está en desarrollo", dijo el comando central de Estados Unidos en un comunicado.
En otro comunicado, el comando central dijo que 15 personas fueron arrestadas y algunas armas fueron confiscadas durante allanamientos en la ciudad de Mosul, en el norte de Irak, el sábado. Los allanamientos tenían como blanco a los seguidores de un líder fundamentalista musulmán, indicó.
Los soldados también impusieron medidas más estrictas alrededor de puestos militares, oficinas de gobierno dirigidas por Estados Unidos y edificios de ministerios en la ciudad de cinco millones de habitantes, dijeron testigos.
Asimismo, incrementaron las operaciones de búsqueda de armas y de miembros leales a Hussein.
Un civil iraquí murió y dos miembros de la policía militar de Estados Unidos resultaron heridos en Bagdad el domingo en una explosión dirigida contra un convoy estadounidense en el más reciente de una serie de ataques contra las fuerzas de ocupación.
Estados Unidos culpa a remanentes de la fuerza paramilitar Fedayin y su partido Baath de los ataques. Pero muchos iraquíes han advertido de un mayor descontento, si Washington entrega rápidamente el gobierno a manos iraquíes y reconstruye la nación destruida por la guerra.
Al menos 22 estadounidenses han muerto por fuego hostil desde que el Presidente estadounidense George W. Bush declarara el final de la guerra el 1 de mayo.
"¿Los problemas en Irak y los ataques estropearán la victoria de los estadounidenses? Por supuesto que no", dijo Franks tras conversaciones con el presidente egipcio Hosni Mubarak en El Cairo.
"Es una verdad que el régimen de Saddam Hussein se ha ido de Irak (...) Es también una verdad que unos 25 (millones), tal vez 26 millones, de iraquíes tienen un futuro más brillante hoy que el que tenían hace tres o cuatro meses", expresó.
Con las muertes reportadas el sábado asciende a más de 200 el número de estadounidenses que han perecido, ya sea en combate o incidentes no relacionados con combates, desde que comenzó la guerra en Irak el 20 de marzo.
Bremer dijo a la BBC televisión que los remanentes del gobierno de Hussein todavía luchan serán muertos o capturados.
"Desafortunadamente, continuaremos sufriendo bajas. Pero no hay amenaza estratégica para la coalición aquí", indicó Bremer.
Sin embargo, "las fuerzas de ocupación están determinadas a capturar o eliminar a Hussein y sus partidarios e imponer la ley y el orden", agregó.
En Majjar, aproximadamente 380 kilómetros al sur de Bagdad, no había señales el domingo de fuerzas británicas en la localidad donde hombres armados mataron a seis soldados británicos la semana pasada.
El ministerio de Defensa de Gran Bretaña en Londres dijo que una fuerza de 500 soldados regresó a Majjar el sábado, donde los comandantes se reunieron con una delegación de clérigos musulmanes chiitas y dignatarios locales.
Los soldados dijeron a las personas que querían ayudarles a reestablecer su comunidad, no a castigarlos, indicó el ministerio.
Habitantes de Majjah dijeron a la fuerza, que llegó a la localidad en aproximadamente 40 vehículos militares, se quedó por sólo tres horas. Los británicos informaron a los dirigentes de la localidad que no tenían planes de quedarse, indicaron los residentes.