NUEVA DELHI.- Pakistán envió el lunes un nuevo embajador a India, un paso que manifiesta su voluntad de normalizar las relaciones con su rival tras un largo período de tensión y un mortífero atentado en un campamento militar en la parte india de Cachemira este fin de semana.
El nuevo representante paquistaní, Aziz Ahmed Khan, cruzó la frontera por el único paso terrestre existente entre las dos potencias nucleares del sur de Asia, en el estado de Punjab. Este ex portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores debía llegar a Nueva Delhi durante el día.
Las relaciones entre India y Pakistán se rompieron tras el atentado cometido por un comando islamista contra el parlamento indio en diciembre de 2001. India acusó entonces a Pakistán de haber apoyado a los extremistas musulmanes, algo que Islamabad siempre negó.
Los dos países atravesaron el año pasado una grave crisis y parecieron estar al borde de una nueva guerra. El anterior embajador de Pakistán en India tuvo que regresar a Islamabad en mayo de 2002 a petición del gobierno indio. Nueva Delhi había llamado a consultas a su embajador en Pakistán unos meses antes, en diciembre de 2001.
Las relaciones entre los dos rivales mejoraron en los dos últimos meses por iniciativa de India, que enviará un nuevo embajador a Pakistán a mediados de julio.
El restablecimiento de las relaciones diplomáticas se produce tras el ofrecimiento del primer ministro indio, Atal Behari Vajpayee, que tendió la mano de la amistad" en una gira por Cachemira en abril.
Esta mejoría pareció nuevamente amenazada durante el fin de semana por el ataque a un campamento militar en el sector indio de Cachemira, donde 12 soldados fueron muertos por dos agresores islamistas que a su vez fueron eliminados.
India reaccionó con discreción a este primer incidente grave desde la propuesta de paz de Vajpayee. Un secretario de Estado de Interior estimó era un revés, pero otro subrayó que no cambiaba nada al proceso de paz.
En el terreno, guardias fronterizos indios mataron durante la noche a cuatro comandantes de grupos rebeldes en Cachemira.
El futuro representante de Islamabad en Nueva Delhi declaró por su parte a la prensa que ambos países "rompieron el hielo". "Esta vez espero que las relaciones bilaterale representaba un primer paso, agregó: "trataremos de resolver todos los conflictos, incluido el de Cachemira, mediante conversaciones".
Interrogado sobre la apertura de conversaciones, declaró que Pakistán estaba "listo para conversaciones en cualquier momento y lugar. Esperamos que el proceso gane dinámica y sepamos resolver todos nuestros problemas como buenos vecinos".
India pide que Pakistán desmantele las infraestructuras que los extremistas musulmanes tienen en su territorio y haga cesar las infiltraciones de separatistas antes de cualquier negociación.
Según fuentes gubernamentales, India podría no tener en cuenta el atentado del fin de semana si Pakistán prosigue su normalización en otros ámbitos como la reanudación de las conexiones aéreas y la reactivación de un pacto comercial regional.
La rebelión separatista musulmana en Cachemira, un territorio de mayoría musulmana que India y Pakistán se dividen y disputan desde hace décadas, causó 38.000 muertos en la parte india desde 1989.