BASE BOOM, Irak.- Grupos de insurgentes iraquíes dispararon granadas propulsadas por cohetes contra un vehículo militar norteamericano en la alterada ciudad de Faluya, hiriendo a un periodista de la cadena televisiva NBC News, dijeron fuentes militares el lunes.
En el mismo sitio, tres iraquíes murieron cuando la camioneta en la que se desplazaban chocó contra un vehículo que ayudaba a evacuar al reportero.
El incidente tuvo lugar el segundo día de una operación masiva de las fuerzas norteamericanas que ha permitido capturar al menos a 60 sospechosos en 20 incursiones en la región central de Irak.
La ofensiva, denominada "Serpiente del Desierto", tiene como principal objetivo capturar a los iraquíes leales a Saddam Hussein y frenar la ola de ataques contra los soldados estadounidenses.
Las granadas propulsadas por cohetes destruyeron a un vehículo militar equipado con un lanzador de misiles, hiriendo a un periodista australiano que viajaba en el vehículo, dijo el Comando Central de Estados Unidos en un comunicado. Se trata del sonidista de la televisión Jeremy Little, que permanece en un hospital y cuya vida no está en peligro.
"Poco después del ataque, mientras los soldados inspeccionaban el área y trababan al periodista, se divisó a una camioneta blanca con sus luces apagadas que viajaba por la ruta hacia Avenger", indicó el comunicado del Comando Central. El vehículo se estrelló contra un automóvil de personal armado que estaba en el lugar de la emboscada para ayudar a evacuar al herido.
Dos de los ocupantes de la camioneta civil murieron en el acto, de acuerdo con el comunicado. El tercero murió posteriormente por las heridas provocadas durante el accidente. Ningún soldado, de la tercera división de Infantería, resultó lesionado.
El Comando Central dijo que no podía esclarecer si las personas que viajaban en la camioneta eran atacantes o víctimas del accidente.
Pero un fotógrafo de la AP habló en el hospital de Faluya con Zeheir Ali, un hombre que dijo ser el suegro de uno de los hombres viajaba en la camioneta y murió.
Explicó que su yerno, Qahtan Hashem, llevaba a dos vecinos a un hospital y estaba corriendo contra el tiempo para no quedar atrapado en medio del toque de queda de las 11 de la noche.
Ali dijo que pensaba que Hashem no vio a los vehículos que estaban en la ruta.
La operación "Serpiente del Desierto" comenzó en la madrugada del domingo, conducida por soldados de la Infantería norteamericana.
Como parte del operativo, las fuerzas detuvieron a un coronel que militaba en el partido Baath de Saddam Hussein y a otras cinco personas, expresó un comunicado militar el lunes sin aportar otros detalles.
La declaración indicó que al menos 319 iraquíes fueron detenidos en Irak en distintas operaciones, entre ellas la denominada "Serpiente del Desierto", desde el domingo.
El operativo "Serpiente del Desierto" se desarrolla en el área central de Irak, desde la frontera con Irán hacia regiones del norte de Bagdad, y se cree que durará varios días, dijeron fuentes militares en el Campamento Boom, cerca de Baqouba, a unos 56 kilómetros al noreste de Bagdad.
"La región se ha convertido en el nexo de la actividad paramilitar en el centro de Irak", dijo el comunicado de las fuerzas norteamericanas.
No hubo informes sobre soldados de las fuerzas de Estados Unidos heridos durante las operaciones, dijeron oficiales militares. Tampoco hay indicios de que se haya dado con el paradero de alguno de los iraquíes más buscados que permanecen fugitivos.
Los militares dijeron que las redadas apuntan a iraquíes leales al partido Baath de Saddam, como también a "terroristas sospechados de haber cometido ataques contra las fuerzas estadounidenses y ex líderes militares iraquíes".
El lunes, la organización Amnistía Internacional, con sede en Londres, dijo que tenía evidencia de que Estados Unidos había violado la ley internacional al someter a los prisioneros iraquíes a condiciones "crueles, inhumanas o degradantes" en los centros de detención que ha montado en Irak.
El grupo dijo que se le ha negado a cientos de iraquíes y ex miembros del gobierno iraquí que permanecen prisioneros el derecho de ver a sus familias o abogados, como así también una revisión de sus detenciones.