BERLIN.- El canciller de Alemania, Gerhard Schroeder, dijo hoy que el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se había excusado por haber comparado a un legislador alemán con un guardia de un campo de concentración nazi, y el gobierno de Berlín dio por terminada la disputa.
Berlusconi "expresó su pesar por haber escogido esa expresión y haber hecho esa comparación. Le expliqué que por lo que a mí respecta, su excusa pone fin al asunto", dijo Schroeder en una conferencia de prensa tras una conversación telefónica con el primer ministro italiano.
Schroeder -quien había exigido una disculpa de Berlusconi por sus declaraciones del miércoles ante el Parlamento Europeo- dijo al parlamento alemán que los comentarios del primer ministro italiano fueron "inadecuados y completamente inaceptables".
Berlusconi respondió a las críticas que le hizo un legislador alemán en un discurso señalando que el eurodiputado alemán sería "perfecto" para desempeñar el papel de guardia de un campo de concentración nazi en una película que se filma en Italia.
En un comunicado emitido en Roma, tras presentar sus excusas a Schroeder vía telefónica, Berlusconi dijo que lamentaba el incidente.
Sin embargo, agregó que había sido seriamente ofendido por las críticas que le hicieron durante el debate el miércoles en el Parlamento Europeo, lo que llevó a que perdiera su compostura.
Schroeder agregó que si hay nuevos desarrollos en torno al incidente serían de responsabilidad del Parlamento Europeo y sostuvo que esperaba que Italia, en su periodo de seis meses como presidente de la Unión Europea, que comenzó el martes, desempeñe un papel exitoso.
"Ofensa a la memoria del holocausto"
Algunos de los socios europeos de Italia, entre ellos Luxemburgo y Holanda -que como Roma son miembros fundadores de la Unión Europea y forman parte del grupo de europarlamentarios de centroderecha- no parecían dispuestos a dar por concluida la polémica.
"Dadas las grandes susceptibilidades envueltas, habría sido mejor para Berlusconi retirar de inmediato sus comentarios", dijo el primer ministro holandés, Han Peter Balkenende, en declaraciones citadas por la agencia de noticias ANP.
"Es un tema delicado y podría herir a la gente", agregó.
Por su parte, el gobierno de Luxemburgo dijo que el primer ministro, Jean-Claude Juncker, estaba "conmocionado" por lo que consideraba un comentario inaceptable de Berlusconi.
El exabrupto fue como reacción a una crítica del parlamentario socialdemócrata alemán Martin Schulz a los problemas legales de Berlusconi y a un aparente conflicto de intereses entre su papel político y su enorme imperio de medios.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia dijo que Schulz había cometido una "ofensa inaceptable" contra el primer ministro.
Berlusconi estaba presentando las prioridades de Italia para su presidencia de seis meses (julio-diciembre) en la Unión Europea cuando sugirió que el eurodiputado alemán podría desempeñar bien el papel de guardia en un campo de concentración nazi en una película que se está rodando en Italia.
La disputa aumentó los temores de tensiones entre las instituciones que gobiernan la Unión Europea, que podrían afectar la cooperación sobre varias políticas, entre ellas la regulación financiera, las negociaciones en torno a la primera constitución europea, la inmigración y el asilo.
"En lugar de culpar a otros, el señor Berlusconi simplemente debería asumir la responsabilidad por sus comentarios indefendibles, que son una ofensa para el deber de Europa de recordar el Holocausto", dijo el eurodiputado demócrata liberal Graham Watson.
El actual presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi -un ex primer ministro italiano y posible rival político de Berlusconi- evitó comentar sobre el caso.
Prodi, consultado sobre cómo podría evitarse una crisis, dijo en el Centro de Política Europea: "Una forma de evitar la personalización de este asunto es no responder a su pregunta", pero fuentes próximas a Prodi dijeron en privado que lo vieron "mortificado" por el incidente y avergonzado por Italia.
El portavoz de la Comisión Europea, Reijo Kemppinen, dijo después de media hora de evasivas en una reunión con la prensa: "Este es un incidente muy serio y naturalmente todos aquí y todos en la Comisión habrían preferido que esto no hubiese ocurrido".
Los líderes parlamentarios europeos no lograron ponerse de acuerdo en una reunión de emergencia sobre si exigir o no a Berlusconi que rectifique.