EL CAIRO.- Ciento quince personas murieron hoy martes al estrellarse un avión de pasajeros en la localidad costera sudanesa de Port Sudán, a unos 700 kilómetros de Jartum, en un accidente el que sólo sobrevivió un niño de dos años de edad.
"El pequeño es el único superviviente del siniestro", que ocurrió pocos minutos después de que el Boeing 737 accidentado despegara del aeropuerto de Port Sudán, a orillas del mar Rojo, con destino a la capital sudanesa, indicó el portavoz del gobierno, Saleh Ali Ahmed.
"Ha sido trasladado a un hospital donde es tratado y se encuentra en buenas condiciones", añadió el portavoz sin ofrecer más detalles sobre el milagroso salvamento.
El siniestro se produjo a las a las 04.00 hora local (01.00 GMT), minutos después de el capitán de la nave advirtiera a la torre de control de que "tenía problemas" con el funcionamiento del avión.
"El aparato despegó esta mañana. Poco después el piloto llamó a la torre de control y avisó que iba a regresar para aterrizar debido a que tenía problemas mecánicos", dijo el ministro de Estado sudanés para la Aviación, Mohamed Hasan al Bahi.
El responsable confirmó, asimismo, la muerte "de 105 pasajeros y 10 miembros de la tripulación".
"Los cadáveres han sido trasladados a un instituto forense de Port Sudan, donde se procede a la identificación de las víctimas", cuyas nacionalidades aún se desconocen, aunque podría haber siete extranjeros, declaró Al Bahi a la radio oficial sudanesa.
Al mismo tiempo, las autoridades sudanesas han ordenado que se acordone el área donde están esparcidos los restos del avión siniestrado y han abierto una investigación para aclarar los motivos del accidente.
Según un responsable oficial en Port Sudán, citado por la televisión del país, las razones aún no están suficientemente esclarecidas, por lo que ha sido enviado un grupo de expertos para investigar en el lugar de los hechos, a unos cinco kilómetros del aeropuerto.
Este accidente es el más grave padecido por "Sudan Airways" en las últimas décadas.
Hace un año, un avión de la aerolínea de bandera sudanesa se estrelló en un área residencial de Bangui, capital de la República Centroafricana, siniestro en el que murieron 23 personas, la mayoría pasajeros y miembros de la tripulación.
En diciembre de 1990, otro aparato de cargo de la misma compañía se empotró contra el suelo cuando se aproximaba a Nairobi, la capital de Kenia.
La mayor parte de la flota aérea sudanesa está obsoleta y en precarias condiciones, afectada por el embargo que sufre el país desde 1992, cuando Estados Unidos le acusó de financiar y apoyar el terrorismo internacional.
Además, Sudán está empobrecido por la cruenta guerra civil que padece desde 1983, la más larga de Africa.
Aquel año, los rebeldes del Ejército Popular de Liberación del Sur (ELPS) se levantaron en armas para exigir la secesión del sur, de mayoría cristiana y animista, del norte musulmán.
En 1986, sesenta personas perdieron la vida cuando un avión de pasajeros de "Sudan Airways" fue alcanzado por un misil tipo Sam-7 lanzado por la guerrilla cuando aterrizaba en la ciudad meridional de Malakal.
