MONROVIA.- Las fuerzas leales al Presidente liberiano, Charles Taylor, impidieron que un equipo militar de evaluación estadounidense llegara a un campamento de refugiados a las afueras de Monrovia, dijeron testigos el martes.
Entre tanto, el Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo que todavía no ha decidido si enviará las fuerzas de paz que los liberianos esperan.
Un portavoz de la embajada de Estados Unidos dijo que no tenía una explicación inmediata del porqué el equipo tuvo que devolverse desde el punto de control de Iron Gate, tres kilómetros antes de la salida para el campamento de refugiados.
"Nos hicieron devolver. Los militares nos hicieron regresar, no sé por qué", dijo el funcionario.
En la capital liberiana, las multitudes se volcaron a las calles gritando: "Queremos a Bush".
En el primer día de su visita a África, Bush dijo que trabajará con las Naciones Unidas y la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (ECOWAS, por sus siglas en inglés) para imponer un cese al fuego, pero no hizo una promesa inmediata de envío de fuerzas.
"Estamos en un proceso de determinar qué se necesita para mantener el cese al fuego", dijo Bush a un grupo de periodistas tras una reunión con líderes de Africa Occidental en Senegal.
Bush además reiteró su exigencia de que Taylor abandone el poder. Taylor dijo el domingo que aceptaría una oferta de asilo de Nigeria pero no aclaró qué tan pronto viajaría.
Los liberianos quieren la presencia de fuerzas estadounidenses que ayuden a poner fin a 14 años de violencia, y creen que sólo Washington puede lograr el respeto de la generación de combatientes jóvenes que han crecido en medio de la guerra y las atrocidades.
Muchos liberianos consideran que Estados Unidos tiene el deber de ayudarlos debido a los vínculos con el país, fundado por esclavos estadounidenses liberados en el siglo XIX.
Centenares de personas han muerto en combates en la capital, Monrovia, en el último mes, no lejos del fuertemente custodiado complejo de la embajada estadounidense.
Buscan fuerza más numerosa
El equipo estadounidense de evaluación, formado por 32 personas que incluyen el contingente de seguridad de la Infantería de Marina, es visto como un posible precursor para una fuerza más amplia, una posibilidad que Estados Unidos está evaluando.
"Queremos que vengan los estadounidenses. Cuando ellos llegan, eso quiere decir algo bueno para el país. Cuando los estadounidenses lideran las fuerzas nosotros creemos que no habrá creación de facciones enfrentadas", dijo Ernest, un estudiante.
El equipo de evaluación incluye expertos en purificación de agua, medicina preventiva, construcción y logística.
En Washington, el portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos, Larry Di Rita, dijo el lunes a un grupo de periodistas que el equipo militar de evaluación no tenía una fecha límite para presentar su informe sobre la situación de seguridad.
Bush insiste en que el primer paso debe ser la partida de Taylor, un ex jefe militar que ganó las elecciones en 1997 tras una guerra civil en la que murieron 200.000 personas.
El gobernante liberiano, quien es requerido por un tribunal de crímenes de guerra y está bajo el acoso de fuerzas rebeldes, dijo el domingo que había aceptado una oferta de asilo de Nigeria y que sólo quería asegurarse de que hubiera una fuerza internacional en el terreno para prevenir el caos.
Las naciones de Africa Occidental han ofrecido 3.000 soldados para una fuerza de paz y han pedido contribuciones a Sudáfrica, Marruecos y Estados Unidos para lograr un total de 5.000 efectivos de paz.
Sin embargo, Estados Unidos aún recuerda la sangrienta retirada de sus tropas tras un intervención de asistencia humanitaria en Somalia hace 10 años.