MONROVIA.- Un equipo militar estadounidense de evaluación inspeccionó este miércoles sitios estratégicos en Monrovia, la asolada capital de Liberia, mientras el Presidente George W. Bush dijo que todavía no decide si enviará las fuerzas de paz que los liberianos esperan.
En cada una de sus escalas, el equipo militar de evaluación fue recibido por efusivos residentes que desean que la paz reine pronto en este país, convulsionado por 14 años de violencia. Bajo una persistente lluvia, los manifestantes cantaban a coro "Queremos paz, no queremos más guerra, queremos a Bush".
El Mandatario estadounidense, que está realizando una gira por Africa, ha prometido trabajar con las Naciones Unidas y con otros estados africanos para alcanzar la paz en Liberia.
Las fuerzas leales al Presidente de esa nación, Charles Taylor, no han logrado recuperar de manos de los rebeldes el 60 por ciento del país que éstos controlan.
Bush ha reiterado además su exigencia de que Taylor abandone el poder.
Taylor dijo el domingo que aceptaría una oferta de asilo de Nigeria pero no aclaró qué tan pronto viajaría. El presidente dijo que él no tenía necesariamente que esperar a las tropas de Estados Unidos y podía salir del país si llegaba a Liberia una fuerza de paz de países de Africa Occidental.
Los liberianos esperan que Bush decida finalmente enviar tropas pacificadoras al país.
La misión de 32 especialistas militares estadounidenses, que incluye un grupo de Marines expertos en seguridad y ha sido vista como la precursora de una fuerza mucho mayor, comenzó mejor su día de trabajo el miércoles, en comparación con ayer martes.
Las fuerzas leales a Taylor -quien está acusado de instigar a la guerra en Africa Occidental y es buscado por un tribunal de crímenes de guerra en Sierra Leona-, impidieron ayer que el equipo de evaluación llegara a un campamento de refugiados en las afueras de Monrovia.
Taylor calificó el incidente de "disparate diplomático" y dijo que la embajada de Estados Unidos debía haber coordinado con el gobierno el acceso al campamento de refugiados.
Tras visitar varios campamentos de refugiados, los miembros del equipo de evaluación inspeccionaron el aeropuerto y el puerto de Monrovia.
"Queremos ver qué hay aquí, puede que haya militares, pero puede que haya algo más", dijo el capitán de la Marina, Roger Coldiron, en el aeropuerto James Spriggs-Payne, ubicado en medio de la capital y en donde murieron más de 700 personas el mes pasado, víctimas de los combates entre rebeldes y leales.