JERUSALÉN.- El Primer Ministro israelí, Ariel Sharon, fue invitado a Washington por el Presidente norteamericano, George W. Bush, a finales de julio para dar un nuevo impulso a la llamada "hoja de ruta", cuya aplicación tropieza con una serie de obstáculos.
La presidencia del Consejo israelí anunció el viernes que esta visita inicialmente prevista para septiembre fue adelantada a petición de la Casa Blanca.
"La reunión se centrará en la aplicación de la ’hoja de ruta’", el plan de paz internacional lanzado el 4 de junio en Aqaba (Jordania), precisó un alto responsable israelí.
Hasta ahora este plan de paz sólo ha empezado a aplicarse pese a una serie de reuniones israelopalestinas que deberían continuar.
En la última, el jueves por la noche en la franja de Gaza, el ministro palestino de Seguridad, Mohamad Dahlan, y el ministro de Defensa israelí, Shaul Mofaz, no lograron ponerse de acuerdo.
El tema de una retirada israelí de otras ciudades de Cisjordania, después de la del sector de Belén el 2 de julio, ni siquiera se tocó, indicó una portavoz del ministerio de Defensa y agregó que no se contemplaría hasta que la Autoridad Palestina haya demostrado que "es capaz de asumir la responsabilidad de la seguridad" en las zonas evacuadas por el ejército israelí.
Mofaz urgió a su interlocutor a "actuar cuanto antes contra las organizaciones terroristas" y le empujó hacia un enfrentamiento con los grupos radicales que la Autoridad Palestina quiere evitar.
En una entrevista publicada en Francia, el jefe del Estado mayor israelí, Moshé Yaalon fue aún más amenazador y habló de la posibilidad de una "guerra total" contra los palestinos si éstos no eliminan "la infraestructura terrorista".
Según su portavoz, Mofaz no respondió el jueves a Dahlan, que le pedía la liberación de más detenidos palestinos, y en particular de fundamentalistas islámicos del Hamas y la Yihad Islásu homólogo palestino Mahmud Abbas.
Israel dijo que liberaría a 350 detenidos de los más de 6.000 que tiene entre rejas.
Sin embargo, los movimientos palestinos que decretaron un alto el fuego exigen que Israel libere a todos los presos palestinos para seguir aplicándolo.
El gobierno Sharon es poco partidario de la flexibilidad en este tema porque debe tener en cuenta la fuerte oposición a la liberación de detenidos en el gobierno y en su propio partido.
En cambio, el jefe de la oposición, el ex primer ministro laborista Shimon Peres, exhortó al gobierno a liberar a miembros del Hamas o de la Yihad si ello mantiene la tregua.
La violencia se ha reducido drásticamente desde esta tregua unilateral y condicional decretada por los principales grupos palestinos el 29 de junio.
La radio pública israelí anunció por su parte que Abbas sería igualmente invitado a la Casa Blanca hacia finales del mes de agosto, aunque no se pudo confirmar esta información entre los palestinos.
De todos modos, Abbas no podría aceptar esta invitación sin el permiso del Consejo legislativo palestino (parlamento) y el consentimiento del presidente de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat, cuyos partidarios reprochan al primer ministro que hace demasiadas concesiones a Israel.
Según el diario israelí Haaretz, el propio Arafat acusó a su Primer Ministro de "traicionar los intereses nacionales palestinos", pero la información fue objeto de un desmentido palestino.