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Berlusconi y Bossi logran acuerdo para reforma del estado italiano

El jefe del gobierno itálico se reunió con el líder de la Liga Norte y lo convenció de apoyar los cambios.

12 de Julio de 2003 | 07:36 | EFE
ROMA.- La crisis del Gobierno se aleja, al menos de momento, tras la reunión de Silvio Berlusconi con el díscolo aliado Umberto Bossi, líder de la Liga Norte, quien ha aceptado que se haga la reforma federal del Estado pero teniendo en cuenta los intereses nacionales y ha asegurado que no abandonará el Ejecutivo.

Tras un viernes negro que puso al Ejecutivo al borde de la crisis (sobre todo después de que el vicepresidente y líder de Alianza Nacional, Gianfranco Fini, abogara por echar a la Liga de la coalición y Bossi no asistiera al consejo de ministro), las aguas han vuelto a su cauce y Berlusconi no dudó en afirmar que ’’todo está resuelto’’ y que su gabinete durará los tres años que le quedan de legislatura.

La tregua se alcanzó después de que Berlusconi, que veía como se precipitaban los acontecimientos, viajara en las últimas horas a Milán para reunirse con el vehemente Bossi, a quien convenció de que la reforma federal del Estado -caballo de batalla de la Liga- se realizará pero que es necesario de que tenga paciencia, ya que si el Gobierno cae esos cambios difícilmente se harán.

También le convenció de la necesidad de reformar el sistema de pensiones, a lo que se opone la Liga.

Los norteños se niegan frontalmente a que se toquen las pensiones de vejez (con 35 años de contribuciones) porque afectan sobre todo a las regiones septentrionales de Italia, la zona donde logran los votos.

Tras el encuentro, un desconocido Bossi, que evitó sus habituales aguijones contra los aliados de Alianza Nacional y de la UDC (democristianos), dijo que tenía una ’’hoja firmada por Silvio, que es nuestra Hoja de Ruta’’, en la que se fijan las etapas de la reforma federal, que estará concluida en diciembre de 2005.

El Parlamento italiano ha dado ya un primer sí a esas reformas, que contempla el traspaso a las regiones de todas las competencias en materias de educación, sanidad y policía local.

Bossi en las últimas semanas ha ampliado sus demandas y ya ha dejado caer que sería conveniente reformar el título V de la Constitución, relacionado con la estructura del Estado, a lo que se oponen todos los aliados, además de la oposición.

En su habitual ’’primero dispara’’ y después saca la rama de olivo, Bossi -que en fechas recientes amenazó con abandonar el Gobierno, le criticó con dureza e hizo que los diputados liguistas votaran contra el Ejecutivo en el Parlamento haciendo caer algunas propuestas- dijo ahora que no existe alternativa a este Gabinete y que ellos seguirán.

En las últimas horas se aseguró en ambientes políticos que el UDEUR, pequeño partido democristiano en la oposición, entraría en el Gobierno.

Bossi, riendo, aseguró que no dejaría su puesto de ministro al alcalde de Ceppaloni, pequeño pueblo sureño, cargo que ocupa Clemente Mastella, líder del UDEUR.

A pesar de las seguridades dadas por Bossi, los aliados democristianos no tienen tan seguro que en los próximos días vuelva a poner al Gobierno en la picota y hoy desde la prensa local el ministro Rocco Buttiglione, líder de la UDC, le advirtió que no están dispuestos a aceptar más chantajes de la Liga.

La Alianza Nacional, por su parte, ha exigido a la Liga que vuelva a los pactos, que se comporte como un partido adulto y que sea consciente de que su peso político sólo llega al 3 por ciento de los votos (los logrados en las últimas elecciones generales).

Aunque Berlusconi habla de gobierno fuerte, en ambientes políticos y de la prensa se asegura que la coalición en el poder es un polvorín y que lo máximo que puede lograr es un compromiso para evitar la crisis en estos seis meses de presidencia italiana de la UE.

En enero del año próximo, agregan, estallarán los enfrentamientos directos.

No obstante, la izquierda está convencida de que la situación explotará antes, aunque algunos líderes, como Massimo D’Alema asegura que Bossi no romperá jamás con Berlusconi.

La presidencia de la República, según destaca hoy el diario ’’La Repubblica’’, está muy preocupada por la tensión en el Ejecutivo y por el mal comienzo de presidencia comunitaria italiana (las acusaciones de Berlusconi al europarlamentario alemán Martin Schulz y las críticas del subsecretario de turismo a los alemanes), y pide constantemente ’’prudencia’’ al Gobierno.
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