TEHERÁN.- El Presidente de Irán, el reformista Mohamed Jatamí, ordenó hoy una investigación para esclarecer la muerte de la fotógrafa canadiense de origen iraní Zahra Kazemi, fallecida el viernes tras quedar en coma cuando estaba detenida.
"En un sistema legal, si se comete una violación debe ser castigada legalmente, pero si los que castigan no respetan la ley, entonces deben ser castigados incluso con mayor dureza", dice Jatami en una carta reproducida por la agencia de noticias estudiantil ISNA.
Los familiares de Kazemi, de 54 años y que tenía la doble nacionalidad canadiense e iraní, sostienen que el fallecimiento sobrevino después de varios días en coma y estuvo acarreado por torturas durante su detención, ocurrida el pasado día 23 cuando fotografiaba una prisión.
La misiva ha sido enviada por el Presidente a los ministros de Interior, Justicia, Cultura y al jefe de los Servicios Secretos, a los que pide que investiguen, detalla la fuente.
Según las autoridades iraníes, Kazemi, muerta a consecuencia de una derrame cerebral, fue arrestada por realizar "actividades ilegales" dentro del país.
El director general del departamento de Medios Extranjeros del ministerio de Cultura y Orientación Islámica, Mohamed Hosein Joshvaqt, asegura que Kazemi tomó fotografías de la cárcel de Evian, donde se retiene a presos políticos.
"Aunque había indicaciones claras prohibiendo todo tipo de fotos en el entorno del recinto, ella estuvo tomando imágenes de diferentes partes, por lo que fue arrestada por los guardianes" del penal, explicó Joshvaqt en unas declaraciones divulgadas por medios iraníes.
El funcionario, que nada dijo sobre lo sucedido tras la detención, justificó la falta de información en que "al poseer pasaporte y documentos iraníes, no fue tratada como una periodista extranjera y mi departamento no preguntó por ella".
La fotógrafa -asegura Joshvaqt- "se había quejado de problemas de salud en los primeros momentos de la investigación", por lo que fue trasladada al hospital, donde, según las autoridades iraníes, el 26 de junio se certificó su muerte cerebral a causa de un derrame.
Según Stephan Hachemi, hijo de Zahra Kazemi, dos días después de su detención la fotógrafa fue trasladada inconsciente a un hospital, con magulladuras en todo el cuerpo.
"No necesitamos decir que ha sido golpeada. Es obvio (que lo ha sido)", dijo.
Ottawa reconoció que funcionarios de la embajada canadiense en Irán se reunieron tres veces con Kazemi desde su arresto, y ahora el Gobierno canadiense ha solicitado explicaciones al iraní, además de un informe médico independiente.