MIAMI.— Quince cubanos permanecen detenidos este jueves por la Guardia Costera tras ser sacados de una embarcación de 12 metros de eslora que partió de Cuba el martes.
Junto con un conato de secuestro el lunes, en el cual murieron tres hombres que intentaban huir a Estados Unidos, ambos incidentes fueron la primera captura de importancia de una embarcación de Cuba desde la ejecución, el 11 de abril, de tres hombres condenados por capturar un transbordador en la bahía de La Habana.
La Guardia Costera siguió a la embarcación durante más de un día antes de abordarla el miércoles en aguas internacionales en el estrecho de Florida, dijo la vocera de la institución, Danielle DeMarino.
La embarcación es propiedad de GeoCuba, un organismo gubernamental isleño de exploración y cartografía.
El gobierno cubano dijo que su guardia costera persiguió a la lancha el martes hasta las aguas territoriales de Bahamas. El gobierno de Bahamas dijo que la embarcación retornó a aguas internacionales el miércoles.
DeMarino dijo que los cubanos serán interrogados el jueves por las autoridades del Servicio de Inmigración y Naturalización.
Mientras tanto, un adolescente que sobrevivió a un intento de secuestro el lunes de una embarcación pesquera en el oeste de Cuba aportó nuevos detalles sobre el incidente, en el que murieron tres hombres que intentaron huir a Estados Unidos.
Las autoridades cubanas culparon de ambos incidentes a la estadounidense Ley de Ajuste Cubano, que otorga a los inmigrantes cubanos un trato especial una vez que llegan a tierra firme de Estados Unidos. Según las autoridades comunistas, esa ley fomenta que los cubanos arriesguen sus vidas en huidas ilegales en alta mar.
En el último incidente, Cuba envió aviones de guerra y lanchas patrulleras en persecución de la nave Geocuba, pero desistió porque "no es política del gobierno de Cuba atacar naves secuestradas con gente a bordo en alta mar", dijo el ministerio.
El teniente de la Guardia Costera Tony Russell contradijo la versión de que la nave había sido secuestrada. "Consideramos que se trata de una nave cubana robada usada como vehículo en un viaje ilegal de migración", agregó.
En el incidente anterior, tres hombres que intentaban huir a Estados Unidos hirieron de un disparo a un adolescente y luego se mataron entre ellos cuando la policía se acercaba a la embarcación en un muelle al oeste de Cuba.
Marquier Montán Contreras, de 17 años, dijo que él, su madre y su hermano acordaron hacer de rehenes para ayudar a los hombres a engañar a un vigilante y apoderarse de la embarcación. Las autoridades cubanas indicaron que los asaltantes no pudieron prender los motores y según Montán la nave nunca abandonó el muelle.
Tras indicar que "esto se ha terminado", uno de los hombres disparó contra su hermano y otro intentó matarlo, pero la pistola se encasquilló, indicó Montán, y agregó que los tres se mataron unos a otros a tiros y que él huyó con su madre y el hermano herido.
La policía dijo que investiga el caso. Montán habló brevemente con los periodistas en el hospital cubano donde su hermano de 10 años es atendido, aunque sus heridas no son graves.