ARAUCA.- El Presidente de Colombia, Álvaro Uribe, consideró este jueves necesario que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) verifique el proceso de desmovilización de los paramilitares de extrema derecha acordado el martes con su gobierno.
"La ONU es muy importante que esté en este proceso, que lo mire más de cerca, menos de cerca, que lo acompañe. Que lo verifique, más de cerca, menos de cerca, no sé el grado; pero es muy importante que esté allí", declaró el Mandatario en esta ciudad del oriente de Colombia.
En conferencia con la prensa internacional, Uribe comentó que una desmovilización de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) debería dejar sin excusas a la guerrilla de las FARC para que acepte sentarse con el Gobierno a negociar la paz.
"Nos piden (los rebeldes) que no haya grupos paramilitares, entonces ahora resulta que se irían a enojar con la ONU o con la Iglesia porque ayuda a desmovilizar grupos paramilitares. Deberían antes agradecer", consideró el gobernante.
Al dudar de la voluntad de ese grupo rebelde para iniciar un diálogo, el Presidente recordó que "las FARC decían que ellos no negociaban porque había grupos paramilitares, (entonces) yo no sé qué se les va a ocurrir de ahora en adelante".
"Si la ONU como la Iglesia ayudan a desmovilizar grupos paramilitares, entonces están ayudando a responder una condición que pedían las FARC", insistió Uribe, al ser consultado sobre si una participación del organismo en el proceso con las AUC afectaría la posibilidad de un acercamiento con la guerrilla.
Desde que llegó al poder hace casi un año, Uribe pidió a la ONU interponer sus buenos oficios para buscar una negociación con las FARC, pero éstas se han negado argumentando que prefieren un diálogo directo.
No obstante, el Presidente dijo estar convencido de que los procesos de paz con los grupos armados ilegales deben tener verificación nacional e internacional, en el caso de las AUC para que se cumplan los compromisos de cese de hostilidades y el cronograma de desmovilización gradual.
"Este es un proceso interesante para Colombia porque puede abrir avenidas de paz, mejorar el balance de los derechos humanos, pero es un proceso delicado", apuntó Uribe, quien este jueves cumple sus tres días de gobierno desde la ciudad de Arauca.
Destacó también la necesidad de que la comunidad internacional ayude a Colombia a asumir el costo de la desmovilización de las AUC, que el alto comisionado de paz, Luis Carlos Restrepo, estimó en unos 90 millones de dólares por año.
Uribe se refirió asimismo a las dudas que surgieron sobre aspectos puntuales del proceso, como las salidas jurídicas a los crímenes de que son acusados los paramilitares y la implicación que tendrán los pedidos de extradición de Washington contra los jefes de las AUC, Carlos Castaño y Salvatore Mancuso, por narcotráfico.
"Hay que ensayar todas las fórmulas jurídicas. La extradición hay que examinarla dentro del ordenamiento judicial colombiano y ver cómo se desarrollan las cosas. Este proceso hay que seguir llevándolo con prudencia pero sin clandestinidad", aseveró.
Tras siete meses de conversaciones con el gobierno, las AUC aceptaron la desmovilización de sus cerca de 13.000 hombres, en un proceso que deberá comenzar este año y concluir antes del 31 de diciembre de 2005.
Según el acuerdo anunciado el martes, los paramilitares comenzarán a concentrarse en zonas del país por definir, pero que, según Uribe, tendrán presencia de la Fuerza Pública.