ROMA.- Italia, que sufre desde hace ya varias semanas una sequía sin precedentes, examina la posibilidad de abrir las centrales hidroeléctricas para salvar la agricultura y la industria del norte, gravemente afectada por la falta de agua, anunciaron hoy las autoridades.
"Se trata de una crisis sin precedentes. Esos lagos son nuestra última esperanza, los recursos más preciosos que tenemos", declaró el responsable de la Protección Civil, Guido Bertolaso.
El mayor río de Italia, el Po, que baña la mitad del país, registró el miércoles un nuevo record histórico negativo al bajar de nuevo el nivel de sus aguas.
"El agua de las centrales hidroeléctricas, cerca de 50, localizadas en los Alpes, pueden alimentar los grandes lagos que a su vez alimentan el Po y sus afluentes", explicó Bertolaso.
Se trata de una solución "técnica", que le permitiría al río alcanzar un nivel de agua normal, es decir un caudal de tres millones de metros cúbicos por día, indispensable para la irrigación de los campos y llenar otras centrales, explicaron los expertos.
La solución permite superar la crisis actual y proveer de agua a los agricultores hasta el momento de la cosecha, en diez o quince días.
"Lo importante es resistir las próximas dos semanas", tras las cuales se cierran las fábricas del norte por las vacaciones y baja el consumo de energía en todo el país, comentó Bertolaso.