BUENOS AIRES.- César Cigliutti y Marcelo Suntheim disfrutan sus últimos momentos como "solteros" en la casa que comparten desde hace cinco años en Buenos Aires, antes de convertirse en la primera pareja gay de América Latina en legalizar su relación.
"Hoy es un día muy especial. Por un lado está la alegría de que este día haya llegado como para todas las parejas. Hay sensaciones muy agradables como la de registrar por primera y única vez en mi vida (y) claramente estar recibiendo un trato igualitario al de otras parejas", contó Marcelo, de 35 años.
En diciembre, la legislatura de Buenos Aires sancionó una norma que permite la unión entre personas del mismo sexo, una iniciativa que generó polémica en el país, donde el 90 por ciento de la población es católica.
La ley no les permite casarse, adoptar, heredar ni recibir una pensión si muere alguno de los miembros de la pareja.
Pero sí otorga una serie de beneficios como compartir el seguro de salud o ingresar a la terapia intensiva si uno de los cónyuges enferma, al tiempo que concede los mismos derechos y obligaciones de las uniones heterosexuales que conviven sin haberse casado.
Con la sanción de la ley, Buenos Aires se convirtió en la primera ciudad latinoamericana con ese tipo de normativa.
Sentados en un sillón en la sala de su casa en un barrio de Buenos Aires, tanto César como Marcelo, ambos activistas de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), ven en este día la coronación de su intensa lucha por los derechos gay.
Tras conocerse en el velatorio de una reconocido activista gay argentino, Marcelo y César, de 45 años, y titular de la CHA, comenzaron su relación, haciendo oídos sordos a los prejuicios y la discriminación.
"Nos registramos en momentos diferentes. Durante el velatorio yo lo vi a César muy quebrado. César estaba en pareja y yo también, pero me acerqué y le di un abrazo muy fuerte y prolongado. Ese fue mi primer acercamiento a César", recordó Marcelo, mientras César sonreía y asentía con su cabeza.
Tras registrar su unión, el próximo paso de la pareja podría ser la adopción, siempre y cuando haya una ley que lo autorice. Actualmente la legislación no lo permite.
"Adoptar es una decisión de las más pensadas, está entre las metas de nuestra pareja. La adopción es algo que consideramos muy seriamente", dijo Marcelo.
La pareja, desde su trabajo en la CHA, impulsa también la sanción de nuevas leyes que reivindiquen otros derechos a los homosexuales.
"Que podamos formalizar lo nuestro frente a la sociedad es un avance, quiere decir que hay menos homofobia, menos discriminación", dijo César mientras Rebeca, la perra de la pareja, corría a su alrededor.
Según la CHA, desde que la legislatura promulgó la ley en diciembre del año pasado se reciben cientos de llamados de parejas que quieren información sobre el tema.
En el Registro Civil de Buenos Aires también hay unos 150 pedidos de parejas no heterosexuales que buscan darle un marco de legalidad a su relación.
