NACIONES UNIDAS.- En su primer informe de envergadura sobre la posguerra en Irak, el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, dijo que los iraquíes no desean una democracia impuesta por extranjeros y que la anarquía es su principal procupación.
Annan, que envió el reporte el viernes a los miembros del Consejo de Seguridad para que lo debatan el martes, también planteó un ambicioso papel para la ONU en Irak en la transición política para ayudar a formar un nuevo gobierno iraquí.
También dejó en claro que ese papel excluiría responsabilidad por el cumplimiento de la ley y el orden.
Annan dijo que los iraquíes expresaron a su representante especial, el brasileño Sergio Vieira de Mello, que la creación rápida de un gobierno interino es "su preocupación central".
"Es importante que los iraquíes puedan ver un calendario claro que lleve a la restauración total de la soberanía", dijo Annan. "Hay una necesidad perentoria de establecer una secuencia específica de eventos que lleven al fin de la ocupación militar".
Annan escribió en el informe que la cifra de muertos estadounidenses en Irak sobrepasó el total de la Guerra del Golfo Pérsico de 1991 y Washington considera una participación adicional de la ONU para tratar de persuadir a las naciones que contribuyan con tropas o ayuden con financiamiento.
Los iraquíes que hablaron a los representantes de la ONU "expresaron gran preocupación por la precaria, y para algunos en deterioro, situación de seguridad, en particularmente en Bagdad", dijo Annan.
"Las condiciones de vida cotidianas no han mejorado, al menos para los que residen en áreas urbanas, y pudiera empeorar", dijo el informe.
Los continuos saqueos y lo que parece ser una emergencia de un sabotaje organizado "presentan una amenaza significativa a la restauración de los servicios básicos. Además, el comercio ilegal de petróleo y gasolina afecta directamente el acceso de los iraquíes a esos suministros vitales, así como a su percepción de un progreso en la situación actual".
Annan presentó una larga lista de tareas que las Naciones Unidas tratarán de realizar en Irak, que van desde la reconstrucción económica y llevar ayuda humanitaria hasta alentar el desarrollo de la prensa iraquí y planear elecciones.
Agregó que calcula un personal de 300 personas locales y del extranjero para la operación de la ONU.
Sin embargo, señaló que la coalición encabezada por Estados Unidos y no por las Naciones Unidas "es responsable de administrar Irak y de restaurar las condiciones de seguridad y estabilidad".