MEXICO DF.- Una intensa lluvia de cenizas del volcán Popocatépetl sorprendió el sábado a los habitantes de la populosa capital mexicana, donde algunas personas se protegían mientras otras jugaban con un polvo gris que ensució calles, autos y casas.
El volcán, ubicado 65 kilómetros al sureste de la capital mexicana, registró a las 9:20 hora local (14:20 GMT) una exhalación de ceniza y algunos fragmentos incandescentes, que dejó una fumarola de alrededor de tres kilómetros de altura desde el cráter.
Sin embargo, el viento tardó en dispersar las cenizas que llegaron mucho más tarde a la Ciudad de México, donde se observaron los toldos de algunos automóviles empolvados, gente cubriéndose ojos y boca y algunos niños jugando con el polvo.
"Por acá se oscureció todo, como si estuviera lloviendo. Algunas personas estaban espantadas", dijo Alfredo Rosales, quien se encontraba en una zona del sur de la ciudad.
"Era como una lluvia, nos ardían los ojos", dijo Isabel Hernández, una mujer que junto con sus dos hijos tenía la boca cubierta con un trapo mojado.
Autoridades de la capital dijeron que la ceniza no es dañina para la salud, pero pidieron retirarla de desagües y calles para evitar posteriores inundaciones.
El Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), destacó que la cantidad de ceniza que cayó en la Ciudad de México no es importante y que no se debe alarmar a la población pues la actividad volcánica se mantiene estable.
"El volcán está muy tranquilo, los vientos dirigieron la ceniza hacia la ciudad pero para nosotros es algo esperado", dijo una fuente del Cenapred que pidió el anonimato.
La lluvia de ceniza no llegó a afectar el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que tiene un tráfico de hasta 820 operaciones diarias, con un promedio de 60.000 usuarios por día.
"En el aeropuerto cayó un mínimo de ceniza, las actividades siguen normales, sólo Mexicana de Aviación paró por 15 minutos. Un vuelo de Aeromar decidió llegar a un aeropuerto alterno", dijo el vocero del aeródromo, José Luis Uribe.
El Popocatépetl, que en lengua náhuatl significa montaña que humea, se eleva a 5.452 metros de altura sobre el nivel del mar.