BAGDAD.- Miles de chiítas se manifestaron hoy, por segundo día consecutivo, en la ciudad santa de Nayaf para protestar por la presencia de las tropas norteamericanas y expresar su rechazo al nuevo "Consejo de Gobierno" iraquí formado para dirigir Irak de forma transitoria.
Las protestas, que se han extendido a Basora, donde resultaron heridas tres personas, estallaron el sábado tras el cerco puesto por el Ejército de ocupación a la residencia del imám Muqtada al-Sadr, uno de los clérigos chiítas más conservadores de Irak.
"Dios conceda larga vida al imám Al-Sadr. Los norteamericanos y su "Consejo de Gobierno" son infieles. Vamos imám, somos tus soldados para la liberación", gritaban los manifestantes.
Marines norteamericanos rodearon la casa de Al-Sadr tras el incendiario sermón que el clérigo, de 30 años, pronunció el viernes en una mezquita de Nayaf.
Al-Sadr condenó el nombramiento del Consejo nombrado por los norteamericanos", y lo calificó como "inaceptable e ilegítimo porque divide a los iraquíes en etnias".
También pidió la "creación de un Ejército islámico" en Irak y la elaboración de una constitución aceptable para todos los iraquíes, además de la inmediata salida de las tropas estadounidenses.
Tras la imposición del cerco, miles de seguidores marcharon desde la mezquita del imán Ali, en Nayef, hacia el cuartel que el Ejército de EE.UU. ocupa en la zona.
Por su parte, el Consejo de Gobierno publicó un comunicado en el que condenó el cerco de la casa de Al-Sadr, hijo del imám Mohamed Sadiq al-Sadr, un destacado líder religioso a quien Sadam Husein ordenó asesinar en 1999.
El Consejo de Gobierno provisional, de 25 miembros, fue elegido el pasado domingo de entre las principales confesiones y corrientes de pensamiento que componen el mosaico étnico y religioso de Irak.
El comité tiene como meta principal restaurar la vida normal en Irak y acabar con la anarquía e inestabilidad que prevalece en el país desde la caída del régimen de Sadam Husein, el pasado 9 de abril.