MONROVIA.- El estruendo de los morteros y el silbido de las balas inundaban el domingo la capital de Liberia mientras las fuerzas del Presidente Charles Taylor trataban de frenar un nuevo avance de los rebeldes determinados a derrocarlo.
Taylor prometió luchar hasta el último hombre y acusó a Estados Unidos de tener "las manos ensangrentadas" por exhortarlo a renunciar cuando trata de derrotar a los rebeldes. Washington dice que podría enviar una pequeña fuerza estadounidense después de la salida de Taylor.
Decenas de miles de personas se han concentrado en el centro de la ciudad en busca de abrigo, frustrados de que los prometidos pacificadores regionales no han aparecido a tiempo para prevenir un tercer asalto rebelde a Monrovia en poco más de un mes.
Los combates continuaron toda la noche en distritos al otro lado del puente Gabriel Tucker, que da acceso al centro de la ciudad, donde cientos de personas murieron en dos fallidos ataques rebeldes el mes pasado.
Los residentes dijeron que un pequeño número de rebeldes parecía haber cruzado por otra parte la ciénega sobre la que se asienta Monrovia y trataban de consolidad sus posiciones.
"Hay intensos tiroteos por todas partes", dijo un residente por teléfono.
La propia casa de Taylor está a ocho kilómetros del centro de la ciudad, así que la conquista del corazón de Monrovia no garantiza una victoria rebelde.
"Hoy les digo que no abandonaré este país, no me moveré una pulgada hasta que los pacificadores internacionales estén aquí", dijo Taylor en un mensaje por su estación de radio Kiss FM.
"Tenemos que luchar y seguiremos resistiendo hasta el último hombre hasta que estos asesinos dejen de matarlos a ustedes, nuestro pueblo", agregó Taylor, quien ha recibido ofertas de asilo en Nigeria.
El sábado, rebeldes del Frente Liberianos Unidos para la Reconciliación y la Democracia entraron en los distritos del norte, pero las fuerzas de Taylor lograron hacerlos retroceder un poco. El ministro de Defensa Daniel Chea dijo a Reuters que al menos 20 civiles murieron en los combates del sábado.
En espera de los pacificadores
Los líderes del Oeste de Africa inicialmente dijeron que esperaban tener tropas en Liberia para el 20 de julio, pero incluso el equipo de observadores que debía trazar una línea de tregua no ha llegado y no se espera hasta mediados de la semana próxima.
La principal potencia de la región, Nigeria, dijo el sábado que un equipo militar se dirigía a Liberia para evaluar el terreno para el destacamento de una fuerza de intervención mayor.
El Presidente estadounidense, George W. Bush, dijo que una pequeña fuerza norteamericana podría también ayudar a restaurar la estabilidad tras la salida de Taylor, quien ha sido acusado de crímenes de guerra por una corte patrocinada por las Naciones Unidas en la vecina Sierra Leona.
Estados Unidos está bajo presiones de actuar el Liberia, un país fundado por esclavos estadounidenses liberados en 1847.
La embajada estadounidense dijo a los rebeldes que detuvieran su avance e insistió en que una paz duradera sólo puede alcanzarse con negociaciones.
El gobierno de Taylor y los rebeldes firmaron una tregua el 17 de junio en conversaciones en Ghana, pero el armisticio ha sido repetidamente violado.
El fotógrafo francés Patrick Robert que trabajaba para la revista Time fue herido de bala en los combates del sábado y estaba en estado grave, dijo la revista.