WASHINGTON.- El Presidente de EE.UU., George W. Bush, considera que la muerte de los hijos de Saddam Hussein “es una garantía al pueblo iraquí de que el régimen ha caído y no volverá”, afirmó hoy el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan.
McClellan dijo a los periodistas que Uday y Qusay Hussein, hijos del ex presidente iraquí, eran “líderes de un régimen brutal”, por lo que su muerte es una “noticia positiva” para Irak.
El portavoz emitió también un comunicado en el que manifestó la satisfacción del Gobierno por la operación realizada por las tropas de EE.UU. en la ciudad de Mosul, y afirmó que los dos hijos de Sadam Husein “ya no pueden arrojar una sombra de odio sobre Irak”.
“Aunque todavía queda mucho trabajo que hacer en Irak, el pueblo iraquí puede ver que cada día hay progresos hacia un futuro mejor y más próspero en su país”, añadió.
McClellan recordó que “durante muchos años, esos dos individuos fueron responsables de incontables atrocidades contra el pueblo iraquí".