BUENOS AIRES.- El ex jefe del Ejército de Argentina Ricardo Brinzoni acusó hoy al Presidente del país, Néstor Kirchner, de pretender una “regresión al pasado” por su política sobre las violaciones a los derechos humanos perpetradas por la última dictadura militar (1976-1983).
“A pesar de que Kirchner declaró en sus discursos que hay que mirar al futuro, creo que hay una regresión al pasado en el tema militar y eso no es bueno”, dijo el general en retiro en declaraciones a Radio Diez, de Buenos Aires.
Brinzoni, cesado como jefe del Ejército en una de las primeras medidas de Kirchner a poco de asumir la presidencia argentina a finales de mayo pasado, cuestionó que el mandatario “plantee ante la opinión pública y la sociedad situaciones vividas hace 25 años”.
El general en retiro se refirió, con esos conceptos, a la posibilidad anunciada por el propio jefe de Estado y otros funcionarios del Gobierno de dar vía libre a las peticiones de extradición de militares y policías de la dictadura acusados de violaciones a los derechos humanos.
“Hay que terminar con los rencores, pues no conducen a nada”, subrayó el ex jefe militar.
Brinzoni rompió el silencio que mantenía desde su cese como jefe del Ejército en momentos en que el presidente Kirchner se encuentra en Washington, donde mañana, miércoles, se reunirá a agenda abierta con su homólogo de Estados Unidos, George W. Bush.
El actual jefe del Ejército, general Roberto Bendini, también se encuentra en Estados Unidos, pero disfrutando de unas breves vacaciones.
El viernes pasado, la jefatura de la Marina de Guerra aplicó arresto domiciliario, de entre seis y doce días, a una docena de oficiales en retiro que firmaron un aviso pago en un diario de Buenos Aires con críticas a Kirchner por la posibilidad de que el Gobierno acceda a las peticiones de extradición.
A finales de 2001, el entonces presidente argentino Fernando De la Rúa firmó un decreto por el cual se niega toda colaboración judicial a los países donde se sustancian procesos por crímenes de lesa humanidad contra ex jerarcas de la dictadura militar, como España, Italia, Francia y Suecia.
Pero hace dos semanas el asunto recobró actualidad con la reiteración de una orden de captura internacional, con fines de extradición, dictada por el juez de la Audiencia Nacional de España Baltasar Garzón contra 46 represores, a los que procesó por genocidio, terrorismo (de Estado) y torturas.
En la entrevista a Radio Diez, el general Brinzoni negó que la posibilidad de que se concreten las extradiciones haya causado “inquietud” en las Fuerzas Armadas, pero manifestó su “esperanza” de que el Gobierno “respete el principio de territorialidad” y rechace las peticiones de jueces extranjeros.
También defendió las denominadas leyes de Punto Final y de Obediencia Debida, promulgadas durante el Gobierno de Raúl Alfonsín (1983-1989), por las cuales fueron exculpados alrededor de un millar y medio de militares y policías acusados de violaciones a los derechos humanos y otros delitos.
“Los (miembros de las Fuerzas Armadas) que cumplieron órdenes y se comportaron de acuerdo con lo que se espera de un soldado están tranquilos con su conciencia”, destacó.
Brinzoni fue acusado de “instigar” el fusilamiento de 22 presos políticos en diciembre de 1976, causa en la cual un tribunal federal dispuso hoy excarcelar, tras un mes de prisión preventiva, a diez oficiales del Ejército, tres de ellos en actividad.