CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Juan Pablo II, quien se trasladó hace trece días a su residencia veraniega de Castelgandolfo, a 30 kilómetros de Roma, para una temporada de descanso, celebró hoy la tradicional audiencia general en el patio del antiguo edificio pontificio.
Durante la audiencia, a la que asistieron cerca de 2.500 personas, el Pontífice apareció fatigado por el calor y leyó con cierta dificultad la catequesis, saltando parte del discurso que había sido divulgado a la prensa.
El Papa citó el salmo 146, que se refiere a la lluvia como un "signo de amor divino", haciendo alusión a la grave sequía que afecta a Italia desde hace más de tres meses.
Durante sus primeros 13 días de vacaciones, Juan Pablo II ha dado paseos por los alrededores del lago de Albano, se ha dedicado a la lectura, a celebrar breves audiencias y a descansar.
Además de los compromisos públicos, entre ellos la audiencia general del miércoles y el Angelus del domingo, el Papa alterna el reposo con un poco de trabajo, en particular la escritura.
Juan Pablo II, de 83 años, quien sufre la enfermedad de Parkinson, decidió concluir un libro que está escribiendo sobre su experiencia como obispo.
Al término de la audiencia, el Papa deseó felices vacaciones a todos, pero no olvidó a quienes no pueden viajar y les auguró "serenidad y alegría entre sus amigos y sus familias".