MONROVIA.- Fuertes combates estremecieron el miércoles la capital de Liberia al avanzar los rebeldes en un intento de cortar las líneas de suministro, dijeron residentes y fuentes militares.
Los comandantes de las fuerzas del presidente Charles Taylor dijeron que los rebeldes habían capturado el importante puente de Stockton Creek, avanzando a lo largo de una carretera que les permitiría rodear a Monrovia, donde se encuentra la residencia presidencial.
"Los rebeldes están en el puente. Se registran combates intensos", dijo un comandante.
Otros 20 marines norteamericanos llegaron el miércoles a la embajada de Estados Unidos en helicópteros desde Sierra Leona, dijo un portavoz militar del gobierno de Washington.
La llegada de los marines a Monrovia completó el grupo de 41 refuerzos que las autoridades estadounidenses enviaron para proteger su misión diplomática en la capital liberiana.
Cientos de personas han muerto en la ciudad durante cinco días de combates, en el capítulo más reciente de la revuelta de tres años contra Taylor.
Fuego de mortero cayó en el suburbio de Gardnersville, que está en camino de cualquier posible avance rebelde, y miles de personas comenzaron a abandonar la localidad ante el temor de un avance de los rebeldes. Organizaciones de ayuda dijeron que unas 10.000 personas buscaron refugio en el aeropuerto, a 45 kilómetros de la ciudad.
El grupo rebelde Liberianos Unidos por la Reconciliación y la Democracia (LURD) lanzó su segunda ofensiva tras fracasar en la ocupación de dos importantes puentes que conducen al centro de Monrovia, tras días de bombardeos intensos.
Los líderes del LURD culpan a las fuerzas de Taylor por la reanudación de los combates.
Bush bajo presión para lograr paz
Ministros de Defensa de África Occidental y funcionarios de seguridad acordaron desplazar a Monrovia unos 1.000 soldados de Nigeria que cumplen labores en el cuerpo de paz en Sierra Leona, como vanguardia de una fuerza regional, dijo la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (ECOWAS).
Los líderes regionales están ansiosos por poner fin a los combates que han desestabilizado la subregión, pero buscan que se concrete una tregua entre las fuerzas leales a Taylor y los rebeldes antes de movilizar sus contingentes de tropas.
El Presidente estadounidense, George W. Bush, está siendo presionado para que envíe tropas a Liberia, fundada por esclavos liberados en Estados Unidos en el siglo XIX, pero está esperando que se defina una fuerza de paz integrada por soldados de países de África Occidental antes de tomar una decisión sobre el posible desplazamiento de efectivos norteamericanos.
El Mandatario estadounidense anticipó que podría enviar una fuerza limitada de tropas para apoyar el proceso de paz, pero sólo cuando Taylor haya abandonado el cargo y salido del país.
El Gobierno de Liberia dijo que más de 600 civiles fueron asesinados por los rebeldes en los últimos días, pero los organismos de ayuda humanitaria opinan que la cifra es exagerada. Nadie puede verificar qué ha sucedido en las áreas adyacentes a los disputados puentes que conducen al centro de la ciudad.
Taylor, quien fue acusado de crímenes de guerra en la vecina Sierra Leona ante un tribunal internacional apoyado por la ONU, ha dicho que abandonará el poder y aceptará una oferta de asilo en Nigeria cuando las fuerzas pacificadoras lleguen a Liberia.
Viejas rencillas de una guerra civil que cobró más de 200.000 vidas en la década de 1990 propiciaron la nueva guerra, que lleva ya tres años, para derrocar a Taylor, un ex líder local, dueño de su propia milicia y acusado de diseminar el caos en la región.