WASHINGTON.- Los ataques terroristas del 11 de setiembre pudieron haber sido evitados, si los servicios de inteligencia hubieran compartido la información con que ya contaban, concluyó un estudio del Congreso estadounidense en un informe publicado este jueves.
El esperado informe también afirma que Arabia Saudita puede haber jugado un papel crítico en los devastadores ataques realizados casi dos años atrás, en Nueva York y el Pentágono.
El documento de 900 páginas, concluye que si bien no hubo "revólver humeante" -una fuente de información que hubiera permitido a las autoridades estadounidenses descubrir y prevenir el complot- "en la voluminosa cantidad de información disponible antes del 11 de setiembre, había varias orientaciones e información, que por lo menos en retrospectiva, son al mismo tiempo relevantes y significativas".
"Algunos errores y lagunas del sistema serán actualizados", dijo Tim Roemer, un ex parlamentario demócrata de Indiana, y uno de los 10 miembros de la Comisión Independiente de Investigación del 11 de septiembre creada por la Casa Blanca, presionada por los demócratas del Congreso.
Ese informe presenta, además, una cronología coherente con varios índices y advertencias ignoradas o no compartidas por el FBI (la policía federal) y la CIA, en el mes que precedió los ataques terroristas contra el World Trade Center en Nueva York y el Pentágono en Washington.
El documento indica que altos responsables de la Casa Blanca fueron informados durante el verano de 2001 de posibles planes de Al Qaeda para desviar aviones comerciales y lanzar "un ataque espectacular", indicaron fuentes parlamentarias.
Si la CIA y el FBI demostraron ligereza en la explotación de índices "el informe determina que no tenían ninguna información, que aprovechada plenamente, habría permitido anticipar de manera específica los ataques del 11/9", dijo el miércoles el diario "The Wall Street Journal" citando una fuente anónima que accedió al documento.
El informe revive las interrogantes sobre el papel de Arabia Saudita -16 de los 19 terroristas tenían esa nacionalidad- pero las respuestas siguen siendo ambiguas, en parte porque la administración Bush se niega levantar el secreto sobre 28 páginas del informe dedicadas al tema, destacó el senador demócrata Bob Graham.
En su opinión, la Casa Blanca argumenta la seguridad nacional para no publicar ese pasaje y evitar implicar a un aliado considerado importante en el Golfo.
Los investigadores federales estiman en sus conclusiones que el FBI podría haber omitido datos cruciales en su investigación sobre los vínculos entre dos terroristas del 11/9 que vivían en San Diego (California) cuyos nombres figuraban en la lista de individuos a vigilar, y un ciudadano saudita, Omar al-Bayumi, de quien recibieron fondos.
John Lehman, miembro de la comisión independiente sobre los ataques, cuyas conclusiones se esperan en mayo de 2004, dijo durante una reciente audiencia en el Congreso que "hay pocas dudas de que la mayor parte de financiamiento de grupos terroristas -internacionales o no- procedían de fuentes sauditas".