BUENOS AIRES.- Los máximos exponentes con vida del terrorismo de Estado durante la dictadura (1976-83) están detenidos en Argentina por delitos contra la humanidad, al quedar bajo arresto en las últimas horas unos 41 represores tras el pedido de España con fines de extradición.
La lista incluye a los ex dictadores Jorge Videla y Emilio Massera, ambos de 77 años; el ex marino Alfredo Astiz y los generales retirados Luciano Menéndez, Antonio Bussi y Carlos Suárez Mason.
También a los brigadieres retirados de la Fuerza Aérea, Rubens Graffigna y Basilio Lami Dozo, y los ex almirantes de la Armada Armando Lambruschini y Jorge Anaya, detenidos en las últimas 24 horas, que integraron las juntas militares del régimen de facto, como Videla y Massera.
Todos forman parte de una lista de 46 represores que el juez español Baltasar Garzón reclamó a Argentina con fines de extradición para ser juzgados por violaciones a los derechos humanos, aunque Videla, Massera y Suárez Mason ya estaban bajo arresto en una causa por robo de hijos de desaparecidos.
Videla y Massera, alias el "Comandante Cero", lideraron el golpe de Estado que destituyó en 1976 el gobierno constitucional de Isabel Martínez de Perón, instaurando un feroz mecanismo de represión con escasos antecedentes a nivel mundial, que dejó 30.000 desaparecidos, según entidades de derechos humanos.
Ambos gobernaron el país en el período de mayor auge de los comandos militares y policiales que secuestraban masivamente a opositores y los sometían a feroces torturas en 340 campos de concentración diseminados en el país o los lanzaban narcotizados al Río de la Plata en los llamados "vuelos de la muerte".
Los dos están bajo arresto domiciliario desde 1998 por robo de hijos desaparecidos, un delito que no prescribe y que no fue alcanzado por el indulto decidido por el ex presidente Carlos Menem (1989-99) tras ser condenados a penas de reclusión perpetua en un histórico juicio civil en 1985.
Massera fue el jefe de Astiz, "el angel Rubio de la muerte", el más reclamado a nivel internacional y por quien Francia reiteró el sábado un pedido de extradición por las desapariciones de las monjas francesas Alice Domon y Leonie Douquet.
Astiz actuaba en la temible Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), considerado el mayor centro de desaparecidos de la dictadura, formando parte de grupos de tareas que secuestraron y torturaron a decenas de personas.
Los generales Suárez Mason (también requerido por Alemania) y Menéndez lideraron las dos mayores unidades de batalla del Ejército en aquella etapa, ubicadas en Buenos Aires y la provincia de Córdoba (centro), en cuyas jurisdicciones arreciaron las violaciones a los derechos humanos.
Subordinado de Menéndez, Bussi comandó en 1975 en Tucumán (norte) la represión contra el intento de asentar grupos guerrilleros en zonas rurales, conocido como el "Operativo Independencia", donde azotó además a entidades sindicales, campesinas y estudiantiles, pero la represión se profundizó aún más cuando fue nombrado interventor militar durante la dictadura.
Con la vuelta a la democracia, lideró un partido de derecha con el que ganó la gobernación en 1995 y con el que acaba de triunfar por apenas 17 votos la alcaldía de la capital tucumana.
A Massera lo sucedieron como comandantes de la Armada, Lambruschini, Anaya y Rubén Franco, éste detenido por robo de bebés, mientras que Graffigna y Lami Dozo fueron los últimos jefes de la Fuerza Aérea antes de la reinstalación de la democracia en 1983.
