CARACAS.- El Presidente venezolano, Hugo Chávez, advirtió hoy que no reconocerá como válida ninguna decisión que tome la directiva del actual Consejo Nacional Electoral (CNE) ya que, según dijo, fue "inhabilitado" por el Tribunal Supremo de Justicia.
"Ese fulano CNE de hoy no tiene fuerza moral ni jurídica. No voy a reconocer ninguna de sus decisiones hasta que haya una nueva directiva nombrada por la Asamblea Nacional. Tomen nota señores de la oposición desestabilizadora y golpista", dijo Chávez durante su programa dominical de radio y televisión.
Chávez aseguró que los actuales miembros del CNE "son fichas del plan de desestabilización" y volvió a advertir a la oposición que "no se equivoque, porque el Chávez permisivo que encontraron en el golpe de Estado de 2002 no se lo van a conseguir nunca mas".
El gobernante afirma desde hace varias semanas que los mismos sectores que impulsaron el golpe de 2002 están fraguando una nueva intentona.
La afirmación de Chávez de que no reconocerá decisiones del actual CNE responde a las declaraciones hechas la semana pasada por tres de sus cuatro miembros, después de varios meses de silencio, en las que aseguraron que tienen facultades para organizar cualquier consulta popular.
La directiva del CNE, formada por cinco miembros, consta actualmente de cuatro debido a que el Supremo destituyó a uno de ellos y ordenó que todas las decisiones del organismo se tomasen con el voto de los cuatro miembros que quedaron, es decir, por unanimidad.
En tales circunstancias, la posibilidad de que esa directiva tome decisiones es muy remota ya que tres de sus integrantes son simpatizantes de la oposición y uno del Gobierno, lo que elimina, en principio, la unanimidad.
La "imperativa" necesidad de que se designen nuevas autoridades electorales fue plasmada en el documento que Gobierno y oposición firmaron el pasado 29 de mayo para resolver la crisis que padece Venezuela, bajo la supervisión de instancias internacionales.
La existencia de un nuevo CNE, como condición para cualquier salida a la crisis, fue avalada por la Organización de Estados Americanos (OEA), la ONU, el Centro Carter y el Grupo de Amigos de Venezuela, formado por Brasil, Chile, España, Estados Unidos, México y Portugal.
El nuevo CNE tendrá como tarea primordial estudiar las solicitudes de referendos revocatorios que se presenten contra cualquier cargo público de elección popular y, si cumplen los requisitos marcados por la Constitución, organizarlos y convocarlos.
Una de esas iniciativas podría afectar a Chávez a partir del próximo 19 de agosto, que es cuando llega a la mitad de su mandato, siempre que la oposición presente las firmas de al menos el 20 por ciento de los 12 millones de inscritos en el Registro Electoral Permanente.
Si las firmas se presentan, el nuevo CNE, que todavía no ha sido designado, deberá comprobar su autenticidad y luego fijar la fecha de la consulta.
El nombramiento del CNE está bloqueado en la Asamblea Nacional, que es el organismo señalado por la Constitución para asumir esa tarea.
Chávez señaló hoy que antes de que se celebre una hipotética consulta sobre su continuidad en el cargo, el nuevo CNE deberá evacuar las solicitudes de alcaldes y gobernadores que ya sobrepasaron la mitad de su gestión, y que tienen prioridad desde el punto de vista cronológico.
El referendo revocatorio contra cualquier cargo sólo puede activarse una vez que el afectado haya cumplido la mitad de su periodo de Gobierno.