FRANCFORT.- Magnus Gaefgen, acusado del asesinato el pasado septiembre del niño Jakob von Metzler, hijo de una de las mayores familias de banqueros de Alemania, fue condenado hoy a cadena perpetua por la Audiencia Provincial de Francfort.
Los tribunales consideraron además que Gaefgen cometió un delito de "imputabilidad grave", como había pedido la acusación, lo que en la práctica significa que el acusado no podrá beneficiarse de la libertad condicional tras quince años en prisión.
Magnus Gaefgen, estudiante de derecho de 28 años y ex profesor particular del colegio al que asistía la víctima, reconoció durante el proceso que secuestró al pequeño Jakob von Metzler el pasado 27 de septiembre de 2002 y que después lo asfixió con una cinta aislante.
Gaefgen pidió a la familia un rescate de un millón de euros con el que, según sus propias declaraciones, pretendía mejorar su nivel de vida y su posición dentro de su círculo de amigos.
La policía alemana lo mantuvo bajo vigilancia desde el momento en que recogió el rescate y tres días más tarde pudo detenerlo en el aeropuerto de Francfort.
La defensa ha anunciado que elevará un recurso de inconstitucionalidad contra la sentencia, pues, afirma, las primeras declaraciones del acusado, que permitieron encontrar el cadáver, se hicieron bajo amenazas de tortura por parte de la policía.
El asesinato del pequeño Jakob consternó el pasado otoño a la opinión pública alemana, no sólo por tratarse de un niño de once años, sino también por la posición social y económica de la familia von Metzler.
El banco Metzler, propiedad de la familia de la víctima, es una de las entidades financieras privadas más antiguas de Alemania y en sus sedes de Francfort, Munich, Stuttgart, EE.UU., Japón e Irlanda emplea a un total de 650 personas.
La entidad está especializada en empresas y grandes clientes y es también conocida por sus labores de mecenazgo en el mundo del arte y la investigación científica.