BEIJING.- Los 12 últimos pacientes de neumonía atípica (SRAS) en Beijing se han recuperado plenamente, informaron el martes medios oficiales, al marcar lo que parece ser el fin de la epidemia en China, donde el virus apareció hace ocho meses para diseminarse luego por casi todo el mundo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que el alta de los pacientes era algo esperado pero que todavía se mantiene la alerta por la posibilidad de que la enfermedad resurja en China o en cualquier otro lugar.
Los 12 pacientes estaban todavía hospitalizados, recibiendo tratamiento por otras enfermedades, que no mostraban síntomas del llamado Síndrome Respiratorio Agudo y Grave y tampoco eran contagiosas, dijo el Diario del Pueblo, del Partido Comunista, citando al viceministro de salud Liang Wannian.
"Beijing no tiene más pacientes de SRAS", proclamó el funcionario.
En el peak de la epidemia, la capital china tuvo el mayor número de casos de SRAS en todo el mundo.
La declaración de Liang de que Beijing estaba libre de SRAS fue divulgada al día siguiente de una conferencia nacional sobre esa epidemia, en la cual el presidente Hu Jintao atribuyó el éxito de la batalla contra el SARS en China al liderazgo del Partido Comunista.
Consultado sobre la oportunidad escogida para hacer el anuncio de que Pekín está libre del SRAS, un portavoz de la OMS dijo que este organismo de las Naciones Unidas no tenía razones para sospechar que China -país que ha sido ampliamente condenado con anterioridad por no reconocer a tiempo la gravedad del brote- no estuviera diciendo ahora la verdad.
"Ya no hay campanas de alarma aquí", dijo el portavoz de la OMS en Pekín, Bob Dietz.
En alerta
Sin embargo, el portavoz de la OMS añadió: "Nuestro mayor problema, y no sólo en China, es cuándo y si esto volverá".
"Y estamos mucho más en alerta por eso", dijo.
Algunos expertos médicos dicen que el SRAS podría estar sólo dormido y retornaría cuando pase el actual verano boreal. Otros sostienen que es posible que haya mutaciones en el virus que causa del SARS, que harían prácticamente imposible detectarlo y que podría estar ya circulando entre la población.
El SRAS surgió en el sur de China en noviembre pasado y fue llevado por casi todo el mundo por viajeros, para infectar a más de 8.000 personas y matar a más de 800. El transporte aéreo y el turismo fueron gravemente afectados.
Sólo en China, el virus mató a más de 340 personas, infectando a más de 5.300.