CIUDAD DEL VATICANO.- El Vaticano lanzó este jueves una campaña mundial contra la legalización de la unión de los homosexuales y solicitó a los políticos creyentes de todo el mundo que se pronuncien en forma "clara e incisiva" en contra de las leyes que favorecen tales uniones.
La campaña fue lanzada a través de un documento oficial, de once páginas, preparado por el cardenal alemán Jospeh Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
El documento, aprobado en marzo por el Papa Juan Pablo II, sostiene que reconocer legalmente las uniones homosexuales o equipararlas al matrimonio, "significaría no sólo aprobar un comportamiento desviado y convertirlo en modelo para la sociedad actual, sino también afectar valores fundamentales que pertenecen al patrimonio común de la humanidad".
Para el Vaticano, la "homosexualidad es un fenómeno moral y social inquietante", que se hace cada vez más "preocupante en los países en los que ya se ha concedido o se tiene la intención de conceder el reconocimiento legal a las uniones homosexuales".
Las leyes que protegen y garantizan la unión de homosexuales, "que en algunos casos incluye también la habilitación para la adopción de hijos", alarma a la jerarquía de la Iglesia católica, que decidió "recordar" e "iluminar" a los políticos católicos, para que se pronuncien en contra de su adopción.
Varios países católicos han adoptado leyes que reglamentan legalmente la unión entre homosexuales, entre ellos Francia y algunas regiones autónomas de España, lo que preocupa a la jerarquía de la Iglesia católica.
En mayo, el gobierno de la ciudad de Buenos Aires aprobó la unión civil de gays y lesbianas, que podrán inscribirse oficialmente como tales, lo que convirtió a Argentina en el primer país de América Latina que iguala los derechos de las parejas homosexuales a las de heterosexuales.
La posibilidad de que en el continente más católico del planeta, con más de mil millones de católicos, se introduzcan nuevas legislaciones, en general en el ámbito local, que legalizan la unión civil entre homosexuales, es desaprobada por las autoridades eclesiásticas.
"No existe ningún fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia. El matrimonio es santo, mientras las relaciones homosexuales contrastan con la ley moral natural", sostiene el texto.
En enero pasado, el Vaticano había ya divulgado un documento, preparado también por Ratzinger, titulado "Nota doctrinal sobre ciertos asuntos que afectan la participación de los católicos en la vida pública", en el que anunciaba una serie de recomendaciones a los parlamentarios católicos de todo el mundo para que se opongan públicamente a tales leyes.
En el nuevo documento, las autoridades de la Santa Sede recuerdan que "los actos homosexuales son intrínsicamente desordenados" y a la vez pide que las personas con tendencias homosexuales sean "acogidas con respeto, compasión y delicadeza" para evitar toda "discriminación injusta".
"Ante el reconocimiento legal de las uniones homosexuales (...) es necesario oponerse en forma clara e incisiva. Hay que abstenerse de cualquier tipo de cooperación formal a la promulgación o aplicación de leyes tan gravemente injustas", sostiene el texto que invita a los políticos a reivindicar el "derecho a la objeción de conciencia".
Para las autoridades eclesiásticas, la legalización de las uniones libres implica "el obscurecimiento de la percepción de algunos valores fundamentales y la desvalorización de la institución matrimonial".