JERUSALÉN.- Israel concluyó hoy el primer tramo de los trabajos del cerco de seguridad que rodea Cisjordania y Jerusalén, y varios cientos de manifestantes de organizaciones humanitarias palestinas e israelíes protestaron en Kalkilia contra la polémica construcción.
Este cerco, una combinación de valla electrificada con muros de hasta ocho metros, va desde el pueblo árabe de Salem, en el norte de Cisjordania, hasta la localidad de El-Kana, al sur de la ciudad palestina de Kalkilia.
Esta construcción de 123 kilómetros, que se adentra siete y más kilómetros en territorio palestino, fue ideada para evitar ataques terroristas en Israel. El cerco que rodea Jerusalén tiene una longitud de 18 kilómetros.
Según la organización humanitaria israelí Bezelem, la construcción de la denominada "valla de seguridad" afecta directamente a unos 210.000 palestinos en 68 pueblos y comunidades cisjordanos. Al menos 13 pueblos árabes han quedado aislados del territorio palestino con esta construcción. Otras 55 comunidades, ubicadas al este de la valla, han quedado separadas de los campos de cultivo.
Además, diez colonias judías en Cisjodania han quedado separadas del resto de Cisjordania.
Hace un año, cuando se perpetraron numerosos ataques palestinos, Israel comenzó con la construcción de este cerco, que oficialmente es denominado "valla de seguridad".
Pese a las numerosas protestas palestinas y las críticas del Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, el Primer Ministro israelí Ariel Sharon reiteró el martes en Washington que seguirá adelante con la polémica construcción.
Hasta la fecha, la financiación del segundo tramo del cerco es tan poco segura como el trazado exacto que seguirá.
Debido a la fuerte presión de Estados Unidos, Sharon renunció al parecer a la construcción de este cerco alrededor del asentamiento judío de Ariel. Los costes de la construcción ascienden a más de dos millones de dólares por kilómetro.