JERUSALÉN.- El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, criticó este viernes a Israel por considerar que la cerca de seguridad que el gobierno de Ariel Sharon está construyendo en Cisjordania podría afectar al plan de paz para la zona.
La declaración de Powell, publicada en una entrevista con el periódico israelí Maariv, se produjo tras el fracaso del Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, de convencer al Premier de que detuviera la construcción de la cerca.
"La verja está construyéndose de una manera que dificultará alcanzar el próximo paso de la 'hoja de ruta'", dijo Powell a Maariv, según una traducción hebrea de sus declaraciones.
Expresó además que Bush había dejado claro a Sharon los problemas que este proyecto implicaba y le dijo que la siguiente fase de la construcción, cerca de Jerusalén, podría complicar más la situación.
Está previsto que la cerca -un muro de concreto en algunos puntos y una verja de metal con alambre de púas en la parte alta en otros- ingrese en algunas áreas cisjordanas, rodeando varios asentamientos judíos.
Acentuando la ira palestina por este asunto, varios cientos de manifestantes que trataban de romper la cerca en las proximidades de la ciudad cisjordana de Tulkarem se enfrentaron con soldados israelíes, dijeron testigos.
Un portavoz del Movimiento de Solidaridad Internacional pro Palestino dijo que siete de sus activistas -cuatro británicos y tres estadounidenses - y dos palestinos recibieron impactos de balas de goma, aunque ninguno de ellos resultó seriamente herido.
El ejército no hizo ninguna declaración de inmediato.
Los palestinos dicen que la construcción de la cerca y los planes israelíes de construir más casas en un asentamiento judío en la Franja de Gaza, desafiando al plan de paz, han golpeado los esfuerzos por restablecer la confianza tras 34 meses de derramamiento de sangre.
Israel postula que el objetivo de la cerca es detener a los suicidas. Los palestinos la rechazan ya que abarcaría parte del territorio que reivindican como parte de su estado. Y para Estados Unidos es un problema ya que podría dificultar la vida para los palestinos y condicionar las futuras fronteras.
La comunidad internacional ve los asentamientos en tierra ocupada como ilegales. Israel no está de acuerdo.