WASHINGTON.- La Casa Blanca confirmó hoy que el Gobierno de Corea del Norte ha aceptado formalmente celebrar conversaciones multilaterales para tratar de resolver la crisis en torno a su programa de desarrollo nuclear.
El portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, dijo que estas negociaciones "implican la participación de seis partes", pero no quiso entrar en más detalles en cuanto a las fechas, "porque es algo que estamos hablando con nuestros socios en la región".
Washington rechazaba los contactos bilaterales con Corea del Norte sobre esta cuestión, como exigía Pyongyang, y consideraba que los principales países de la región, como Corea del Sur, Japón, China y Rusia, también debían participar en una eventual negociación.
El anuncio de que el régimen de Kim Jong Il aceptaba la propuesta estadounidense fue hecho hoy por el viceministro de Asuntos Exteriores de Corea del Sur, Lee Suhyok, quien aseguró que Corea del Norte notificó ayer, formalmente su decisión.
La crisis norcoreana se desencadenó en octubre pasado cuando Estados Unidos afirmó que el régimen de Pyongyang había reconocido poseer un programa nuclear secreto, en violación a los acuerdos anteriores firmados con Washington.
El gobierno estadounidense exige desde entonces a Corea del Norte que desmantele inmediatamente sus programas de armas de destrucción masiva, bajo supervisión internacional, como paso previo innegociable para hablar de cooperación con su Gobierno.
Pyongyang informó la semana pasada a Estados Unidos de que ha completado el reprocesamiento de 8.000 barras de combustible de la central nuclear de Yongbyon, lo que le permitirá disponer de hasta media docena de bombas atómicas en breve plazo.
Washington, que sospecha que Corea del Norte puede contar ya uno o dos artefactos de esta naturaleza, dijo no tener constancia de la veracidad de la información norcoreana y sugirió que podía tratarse de un intento de forzar a EEUU a negociar de manera bilateral.
El secretario de Estado de EE.UU., Colin Powell, afirmó recientemente que su país quiere una solución "permanente" e "irrevocable" a la crisis nuclear con Corea del Norte, por lo que no buscará acuerdos que garanticen la estabilidad a medio plazo.