SANTO DOMINGO.- Mientras los atletas se esfuerzan por las medallas en los XIV Juegos Panamericanos de Santo Domingo 2003, otras personas mantienen una lucha con el gobierno por las dificultades internas.
"Antorcha contra el hambre" fue bautizada la última marcha de protesta contra la administración de Hipólito Mejía, quien ha ordenado impedir que se lleven a cabo las manifestaciones durante la realización de los juegos.
"Este país ha dado un paso atrás. El gobierno tiene una actitud dictatorial", afirmó el sacerdote Rogelio Cruz, tras una segunda frustrada manifestación popular que fue nuevamente reprimida por la policía, con estrictas órdenes de impedir cualquier tipo de protestas durante los Juegos.
Como ocurrió el viernes, cuando se inauguró la competencia, el sábado por la tarde la marcha encabezada por Cruz debió disolverse cuando una columna de 30 agentes policiales dispersó a los manifestantes con gases lacrimógenos en Moca, unos 140 kilómetros al norte de la capital de República Dominicana.
"Acá hay un pueblo en la calle y no van a detener su lucha con estos métodos. No permitir las manifestaciones es, además de inconstitucional, un flaco favor a la democracia", aseguró Cruz, a quien el Presidente Mejía definió como "el Mao Tsé-Tung dominicano".
Mejía afirmó que "quienes hacen estas monerías intentan demostrar un liderazgo que no tienen" y reiteró que sus órdenes frente a este tipo de manifestaciones son "dar leña", pese a lo cual Cruz aseguró que la marcha no se detendrá y anticipó que volverá a ganar las calles en los próximos días.
Los manifestantes protestan contra el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que contempla fuertes medidas de ajuste fiscal y monetario, que el gobierno anunció seguirán adelante tal como está pautado.
"Creo en el derecho a protestar del pueblo, pero no me parece que éste sea el momento de hacerlo. Muchos de mis compañeros pelearon y murieron por la libertad", terció el titular del Comité Olímpico local y del Comité Organizador de los Juegos, José Joaquín Puello.
Puello, el otro gran impulsor de estos Juegos, combatió de joven a la dictadura de Rafael Trujillo, asesinado en 1961 después de gobernar el país durante más de tres décadas.