BAGDAD.- Irak necesita asegurar ayuda por 5.000 millones de dólares en la reunión de donantes internacionales que se realizará en octubre, para mejorar su deteriorada infraestructura y evitar que sus servicios básicos se paralicen totalmente, dijo un alto funcionario de la ONU.
Ramiro López da Silva, coordinador humanitario de las Naciones Unidas para Irak, declaró el martes a periodistas que los funcionarios del ministerio iraquí de Economía calculan el costo de mantener funcionando las instituciones y servicios del país en 20.000 millones de dólares para 2004. Eso incluye costos recurrentes cubiertos en el presupuesto anual.
En lo que se refiere a ingresos, dijo Da Silva, Irak podría esperar poco más de los que obtenga de su desvencijada industria petrolífera, aunque la condonación de la deuda y la repatriación de fondos congelados o incautados puede también ayudar.
Con los problemas de Irak para incrementar sus exportaciones de petróleo, se prevén ingresos totales de 15.000 millones de dólares o menos en el 2004, lo que deja un hueco de al menos 5.000 millones de dólares que los donantes deberían llenar.
"Esto es simplemente mantener funcionando las cosas", dijo Da Silva. "Si se quiere un salto cualitativo, un salto importante en las condiciones de vida, se necesitará mucho más", añadió.
Sin embargo, los donantes -países y organismos internacionales- pueden ser reacios a comprometer fondos dada la falta de seguridad en Irak y las preocupaciones sobre la operación militar y aunque se comprometa el dinero hay que tener en cuenta la experiencia de Afganistán, donde buena parte de los fondos prometidos aún está por llegar.
"Cuán realista es esperar 5.000 millones de dólares, es algo que tendremos que ver en octubre", dijo Da Silva.
Antes de la guerra, muchos funcionarios estadounidenses dijeron que Irak podrá pagar rápidamente su reconstrucción, principalmente a través de sus ingresos del petróleo.
Algunos miembros de la ONU dicen que a Washington le tomó por sorpresa la gravedad del daño causado por la guerra, con el consecuente alto costo de la reconstrucción.
La seguridad, una preocupación clave
Da Silva dijo que la situación de la seguridad en Irak era clave para los donantes. Si la actual situación de anarquía persiste, pocos países estarán dispuestos a comprometer fondos.
"Si queremos atraer una cifra próxima a los 5.000 millones de dólares como apoyo a Irak el próximo año, los donantes tendrán mucho en mente el actual ambiente de seguridad", dijo Da Silva.
La falta de seguridad estaba teniendo un "impacto muy grave" sobre los esfuerzos humanitarios en Irak, dijo. "Hay áreas en las que no podemos dejar que nuestro personal vaya", advirtió.
La mayoría de estas zonas está en el llamado "triángulo sunita", al este y norte de Bagdad, donde es amplio el apoyo a Saddam Hussein y donde las tropas estadounidenses se han visto sometidas a repetidos ataques.
Da Silva dijo que el objetivo de restaurar los patrones de vida en Irak a finales de 2003, hasta el nivel en el que estaban antes de la invasión estadounidense era aún alcanzable, si existía un rápido cambio en cuanto a ley y orden.
Sin embargo, recuperar la situación que vivía Irak en los años 80 puede llevar años.
El costo monetario y humano de la ocupación estadounidense está creciendo, ya que 53 soldados de EE.UU. han muerto desde que se declaró el fin de los combates principales el 1 de mayo y la factura estadounidense por poner orden en el país asciende a unos 4.000 millones de dólares al mes.
Washington y sus aliados han dicho que pueden recurrir a Naciones Unidas para persuadir a otros países a que ayuden. Algunos que se opusieron a la guerra dicen que tienen voluntad de ayudar en la reconstrucción sólo bajo mandato de la ONU.
Da Silva dijo que la nueva resolución no era necesariamente clave para persuadir a los donantes a aportar 5.000 millones de dólares, pero los países querían que el dinero fuera administrado por una agencia multilateral y no por las potencias ocupantes.
El Banco Mundial está trabajando en sus propias valoraciones sobre las necesidades de Irak para 2004, que está previsto se presenten en la conferencia de donantes que se realizará en octubre en España.