MONROVIA.- Un día después de la llegada de las primeras tropas de paz internacionales a Monrovia, los combates en la capital liberiana bajaron de intensidad y los rebeldes anunciaron su disposición a entablar conversaciones, mientras que el Presidente, Charles Taylor, reiteró su intención de marcharse el lunes próximo.
En tanto, los habitantes de Monrovia celebraban en las calles la llegada de más tropas de paz nigerianas. "Queremos paz, no guerra", gritaban jubilosos en el aeropuerto de la capital.
Por su parte, los rebeldes dijeron querer hablar lo antes posible con el comandante de la fuerza de reacción rápida. "Lo esperamos muy pronto", dijo un portavoz de los Liberianos Unidos para la Reconciliación y la Democracia (LURD), uno de los dos grupos insurgentes.
El líder del LURD, Dekou Conneh, había asegurado en la tarde del lunes que retirará a sus tropas de Monrovia en cuanto se desplieguen las tropas de paz. "No hemos luchado por el poder, sino por el pueblo liberiano", aseguró a la emisora británica BBC. Conneh agregó que pretende retirarse a su granja y que no tiene ambiciones políticas.
El líder rebelde ha hablado con una comunidad católica con sede en Roma, Sant Edigio, que ya ha mediado con éxito entre partes enfrentadas en varios países africanos, gracias a su política de promover el diálogo.
Testigos aseguraron haber visto al general nigeriano Festus Okonkwo, comandante de las tropas de paz, junto al embajador estadounidense, John Blaney, quien ha estado intentando negociar un alto el fuego con las fuerzas rebeldes.
Mientras, Taylor volvió a asegurar en conversación telefónica con el Presidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki, que abandonará Liberia y entregará el poder al vicepresidente, Moses Blah, el próximo lunes, informaron medios sudafricanos.
Hasta ahora, Taylor había condicionado su marcha del poder a que se retirara una acusación en su contra por crímenes de guerra en Sierra Leona.
Durante la pasada noche se pudieron escuchar en Monrovia varias explosiones. Los 200 soldados nigerianos que han llegado hasta el momento aseguraron primero el aeropuerto, situado aproximadamente a una hora del centro de la ciudad. Se espera que en los próximos días lleguen hasta 3.500 efectivos.
Los barcos de guerra estadounidenses esperados todavía no han sido avistados en la costa liberiana, dijeron testigos.
Por su parte, las organizaciones humanitarias de Naciones Unidas calificaron hoy de muy preocupante la situación en Monrovia y anunciaron su intención de organizar la ayuda humanitaria desde un barco anclado ante la costa del país africano.
En Monrovia falta agua, alimentos y medicinas, dijeron las organizaciones en Ginebra. Según la portavoz de la oficina de coordinación de la ONU de la ayuda humanitaria, Elisabeth Byrs, la situación en este país azotado por una guerra civil es muy difícil. En Liberia se producen masivas violaciones de los derechos humanos, saqueos y violaciones, agregó.
Además, no hay sitio suficiente en los hospitales, falta electricidad y agua. Algunas personas han bebido agua de lluvia, que está sucia.
Byrs anunció que su oficina realizará mañana en Nueva York un llamado de ayuda a los países donantes, aunque no quiso decir el costo de los bienes necesarios en Liberia.
El trabajo de las organizaciones humanitarias se realiza en condiciones muy duras, continuó Byrs, quien destacó que desde el comienzo de los combates en junio han sido saqueados 30 vehículos de la ONU.
En este sentido, la portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Christiane Berthiaume, dijo que la llegada de las primeras tropas de paz extranjeras suponen un soplo de esperanza no sólo para la población, sino también para los responsables de las organizaciones humanitarias.
En el barco, un equipo del PMA coordinará las medidas de ayuda, aunque a bordo del mismo también podrán trabajar miembros de otras organizaciones de la ONU.