FREETOWN.- Las dos cámaras del congreso de Liberia reunidas en sesión conjunta extraordinaria aceptaron hoy, jueves, que el Presidente del país, Charles Taylor, dimita el próximo lunes y traspase el poder a su vicepresidente.
La Asamblea aprobó la moción en ausencia de Taylor, quien tenía previsto anunciar formalmente su renuncia ante los legisladores pero canceló su presentación y envió una carta a esos efectos, señaló el presidente de la cámara de Representantes, Nyundueh Monkomana.
En su misiva, Taylor afirma que su Gobierno ha sido "víctima de una conspiración internacional" y blanco de los ataques de una rebelión apoyada por países vecinos, en alusión a Ghana, cuyo territorio sirve de base de retaguardia a los milicianos del grupo Liberianos Unidos para la Reconstrucción y la Democracia (LURD).
"Los representantes y senadores han endosado la decisión" de Taylor, paso obligatorio según la constitución liberiana para que el jefe de Estado pueda hacer efectiva su renuncia y traspaso del poder, señaló Monkomana.
Pese a la promesa de dimitir hecha por Taylor y la calma que prevalece en Monrovia a raíz de la presencia de una fuerza de interposición enviada por la Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental (CEDEAO), la gran incógnita para el éxito de la iniciativa de paz continúa siendo la partida al exilio del mandatario liberiano.
Nigeria le ha ofrecido asilo político pero Taylor ha indicado en repetidas ocasiones que su marcha está condicionada a la retirada de las acusaciones de crímenes de guerra y contra la humanidad dictadas contra él por el Tribunal Especial de la vecina Sierra Leona.
Los rebeldes, por su parte, siguen negándose a retirarse de Monrovia hasta que Taylor se vaya del país, lo que coloca en una encrucijada a la fuerza de interposición africana, que podría llegar a quedar entre dos bandos fuertemente armados y que a la primera excusa pueden reanudar sus hostilidades.
La CEDEAO prevé desplegar en Liberia 3.250 soldados (1.500 de ellos nigerianos) y el resto de la fuerza multinacional, que se espera contará con un total de 5.000 efectivos, serán aportados desde otras regiones de Africa.
Alrededor de 2.000 civiles han muerto desde que los rebeldes lanzaron su ofensiva contra Monrovia en junio pasado tras haber capturado el resto del país desde el inicio de su sublevación en 1999.