BUENOS AIRES.- La comisión de Juicio Político de la Cámara argentina de Diputados recibió este mediodía un nuevo descargo del magistrado de la Corte Suprema de Justicia Eduardo Moliné O’Connor en el marco del proceso de juicio político que se le sigue por "mal desempeño" de sus funciones.
Ahora queda a decisión de los bloques parlamentarios definir la fecha en que la acusación contra el juez se tratará en la Cámara de Diputados.
El escrito con la versión de Moliné O’Connor respecto del "caso Leiva" y sobre una supuesta presión ejercida sobre testigos, que son las causas por las que comisión le formuló al juez cinco cargos provisorios, consta de 129 páginas.
La comisión ya emitió dictamen acusatorio contra Moliné O’Connor en otras tres causas, asunto que ya está en condiciones de tratarse en el recinto de la Cámara Baja en una fecha que en principio sería el 13 de agosto, pero que todavía debe ser confirmada.
Recién entonces el trámite será elevado al Senado, órgano a cargo del proceso de enjuiciamiento. La comisión de Juicio Político pidió la semana pasada a la Cámara Alta que suspenda al juez cuestionado mientras dure el proceso, pero aún no ha habido respuesta.
El 27 de junio renunció a su cargo el presidente del máximo tribunal argentino Julio Nazareno, mientras tenía lugar en el Congreso un proceso de juicio político en su contra por mal desempeño.
La ofensiva parlamentaria se endureció luego de que el presidente argentino, Néstor Kirchner, realizara un público cuestionamiento a Nazareno y otros ministros de la Corte.
Nazareno y Moliné O’Connor son sindicados de haber pertenecido a la denominada "mayoría automática" de la Corte, integrada por los cinco jueces que fueron designados por el presidente Carlos Menem (1989-99) cuando se amplió el máximo tribunal de cinco a nueve miembros.
Además de ser cuestionados por el Poder Ejecutivo, algunos miembros de la Corte Suprema lo son también por la sociedad.
En el último año y medio diferentes grupos sociales y asociaciones de abogados han realizado numerosas manifestaciones de repudio frente al Palacio de Tribunales pidiendo la renuncia de algunos integrantes de la Corte Suprema.
Para evitar nuevas críticas a la supuesta falta de independencia política de los jueces del máximo tribunal, Kirchner impulsó una iniciativa para dar mayor transparencia a la selección de los ministros de la Corte cuando se produzcan vacantes.
El nuevo sistema prevé que el presidente proponga a un candidato y otorgue un plazo de tiempo para que ciudadanos u organismos presenten eventuales impugnaciones o cuestionamientos. Recién después de superado este trámite la nominación es elevada al Senado para su aprobación.
El Mandatario postuló para ocupar la vacante dejada por Nazareno al prestigioso abogado penalista Eugenio Zaffaroni, nominación que fue apoyada por numerosos representantes del ambiente jurídico, aunque también recibió varias impugnaciones.