CASTELGANDOLFO.- El papa Juan Pablo II invitó hoy a los fieles a rezar para que la tierra reciba "el alivio de la lluvia" contra la ola de calor que afecta a Europa y condenó la labor de los pirómanos que asolan sus bosques.
"Vastos incendios -dijo el Pontífice- se han desarrollado en estos días en algunos países de Europa, con particular intensidad en Portugal, y han provocado muertes y enormes daños al medio ambiente".
El Santo Padre añadió que se trata de una "preocupante emergencia, alimentada por la sequía y la irresponsabilidad del hombre, que destruye un patrimonio que es un bien precioso para toda la humanidad".
Por este motivo pidió a los fieles que unan sus oraciones por las víctimas de los incendios y para pedir al Señor "que conceda a la tierra sedienta el alivio de la lluvia".
El Papa pronunció estas palabras tras presidir hoy el rezo del Angelus en su residencia estival de Castelgandolfo (en las afueras de Roma), frente a varios centenares de peregrinos.
Con un aspecto fatigado, el Obispo de Roma subrayó también la necesidad de dar una nueva esperanza a las personas que sufren la pobreza en Europa, entre los que incluyó a los desempleados, los enfermos, los inmigrantes, los jóvenes marginados y a los ancianos solos y abandonados.
"Sólo el apoyo de todos y la difusión de un ’Evangelio de la Vida’ pueden acabar con la ’cultura de la muerte’ y garantizar un orden internacional más justo y solidario", aseguró.
Añadió su esperanza de que la Iglesia sea en el continente europeo "testigo de una caridad que representa la síntesis de una auténtico servicio al Evangelio de la esperanza".