PARIS.- Europa se disponía a entrar en su segunda semana de calor intenso, que ya ha causado decenas de muertos en el continente, mientras el domingo se batía el récord histórico de temperatura en Gran Bretaña con 38,1 grados Celsius.
El récord histórico de 37,1° Celsius, que databa de 1990, se batió a primera hora de la tarde de este domingo en el aeropuerto internacional londinense de Heathrow, donde el termómetro registró 37,9° Celsius a las 14:50 horas locales (13H50 GMT).
El nuevo récord de 38,1°C se registró poco después en Gravesend, en el condado de Kent.
El presidente de la Asociación de Médicos de Urgencias de los Hospitales Franceses (AMUHF), Patrick Pelloux, afirmó el domingo que "en cuatro días en la región de París hubo prácticamente unos 50 muertos debido al calor" pero de momento ninguna fuente oficial confirmó esa cifra.
"Dicen que son muertes naturales, pero no estoy de acuerdo con eso", agregó Pelloux.
La ola de calor que padece Europa desde hace una semana ocasionó decenas de muertos en Europa, muchos de ellos en España.
El calor sofocante, agravado por la sequía, contribuyó a la propagación de una serie de incendios devastadores en el sur del continente, que causaron quince muertos en Portugal.
El Papa Juan Pablo II rezó el domingo por las víctimas de los incendios durante la oración del Angelus recitada en Castelgandolfo, su residencia estival.
"Se trata de una situación de emergencia preocupante, causada por la persistente sequía, pero también es responsabilidad de los hombres, que ponen en peligro el patrimonio ambiental, un bien preciado para toda la humanidad", añadió.
"Les invito a unirse a mi oración por las víctimas de esta calamidad y les pido a todos que recen con fervor al Señor para que dé a la tierra sedienta el frescor de la lluvia", concluyó el papa.
En Francia, más de 700 bomberos luchaban contra las llamas este domingo para apagar un incendio que ya destruyó más de 1.600 hectáreas forestales en siete días cerca de Niza (sudeste), mientras otros focos causan estragos en el sur y en la isla mediterránea de Córcega.
Las autoridades portuguesas valoraron en por lo menos 925 millones de euros (1,05 millardos de dólares) el monto de los daños ocasionados por los incendios en el país desde finales de julio.
Unos veinte incendios seguían activos este domingo en Italia, aunque los bomberos controlan la situación y ya detuvieron a varios pirómanos.
En Croacia, que sufre la peor sequía de los últimos 50 años, los bomberos luchaban contra un incendio que se propaga en el parque nacional de Paklenica (centro).
En Rumanía, otro incendio destruyó 600 hectáreas de cañaverales en el delta del Danubio pero los bomberos lograron controlar las llamas este domingo después de más de tres horas de lucha, debido al escaso caudal del río que prácticamente impedía la circulación fluvial en esa zona.
Los daños económicos causados por el calor son muy elevados. En España, el sector de la agricultura registró pérdidas por valor de unos 800 millones de euros (aproximadamente la misma cantidad de dólares), según un informe publicado el domingo.
Curiosamente, la canícula llenó de dicha a numerosos británicos que se convirtieron en millonarios apostando su dinero a que las temperaturas superarían los 37,9 grados el domingo.