HOUSTON, Texas.- La novia envió un beso al novio. Este lo devolvió desde 385 kilómetros de altura sobre la Tierra.
El cosmonauta ruso Yuri Malenchenko no permitió que el hecho de residir en la estación espacial le impidiera casarse con su prometida Ekaterina Dmitrieva, en la primera boda que se haya celebrado en el espacio.
La pareja se casó el domingo en presencia de familiares y amigos en el Centro Espacial Johnson de Houston, en una boda en la que Malechenko participó por vídeo. La ley tejana permite celebrar una boda en ausencia de uno de los contrayentes.
Dmitrieva, que llevaba un vestido de novia color crema, dijo que los dos habían intimado durante su separación y deseaban casarse lo antes posible.
"A medida que Yuri se alejaba, se acercaba a mí porque tenemos mucha comunicación", dijo la novia. "Tenemos una conexión celestial".
Una foto de cuerpo entero y tamaño natural del novio era lo primero que veían los invitados al llegar a la recepción, en un restaurante decorado con estrellas y plata y maniquíes vestidos como astronautas.
La luna de miel deberá esperar a que Malechenko, que se colocó un moño azul sobre su traje espacial, regrese a fines de octubre. La pareja piensa casarse por el rito ortodoxo ruso el año entrante.
Los novios se conocieron en una fiesta hace cinco años empezaron a salir juntos el año pasado.
El es un coronel de la fuerza aérea rusa, de 41 años, que permaneció en la estación orbital Mir durante cuatro meses en 1994. Ella partió de Rusia con sus padres cuando tenía 3 años y vive en Houston.