EL CAIRO.- Los ministros de Exteriores de Egipto, Siria y Arabia Saudita tratan hoy en El Cairo cómo contener la tensión en la frontera entre el Líbano e Israel, la más grave en tres años, y evitar el posible bloqueo en el proceso de paz en Oriente Medio.
La imprevista reunión fue decidida después de las amenazas de Israel con bombardear las posiciones militares sirias en el sur libanés si continúan los ataque de Hezbolá (Partido de Dios) contra el norte del territorio del Estado judío.
Según fuentes diplomáticas árabes, el canciller sirio, Faruk al Chara, explicará a sus homólogos de Egipto y Arabia Saudí, Ahmed Maher y Saud al Faisal, respectivamente, la postura de Damasco y Beirut sobre las amenazas israelíes.
Los ministros tratarán de cómo evitar que se abra un nuevo frente militar en el sur libanés y estudiarán la posibilidad de convocar una "minicumbre" de los jefes de Estado de los tres países árabes, además de analizar la cuestión iraquí, añadieron.
Varios comentaristas árabes coinciden en que el aumento de la tensión en el sur de Líbano "daría a Israel un nuevo pretexto para eludir sus obligaciones en el proceso de paz", en alusión a la aplicación del plan Hoja de Ruta con los palestinos.
La tensión volvió a la frontera libanesa cuando Hizbulá bombardeó el pasado viernes posiciones israelíes en las disputadas granjas de Cheba, tras responsabilizar a Israel del asesinato hace diez días en Beirut de Ali Husein Saleh, un destacado miembro del Partido de Dios.
En represalia, los aviones de guerra y la artillería israelíes atacaron supuestas posiciones de Hizbulá en el sur libanés.
El enfrentamiento se agravó ayer cuando un misil del Partido de Dios mató a un adolescente e hirió a otros cuatro israelíes en el norte de Israel.
El ministro de Exteriores libanés, Jean Obeid, defendió hoy las acciones de Hizbulá y acusó al Estado judío de cerrar la puerta a la vía diplomática para solucionar la disputa entre ambos países vecinos.
"No buscamos problemas. Nuestra posición es defensiva y nuestras acciones son reacciones a las provocaciones israelíes en el aire y la tierra. Somos la víctima, y no el agresor", dijo el canciller libanés a los periodistas en Beirut.
"Israel puede buscar las excusas que quiera para agredir", añadió Obeid, y reiteró que los libaneses "tenemos todo el derecho a defendernos y a liberar nuestra tierra por todos los medios".
Aludía a las granjas de Cheba, en la frontera entre el Líbano, Siria e Israel, el único territorio que Israel no evacuó cuando se retiró del sur libanés en mayo del 2000, después de 22 años de ocupación.
El Partido de Dios, por su parte, advirtió que está "preparado para responder a cualquier agresión", según dijo hoy Hasan Dahrug, miembro del Comité Ejecutivo de Hezbolá, grupo que lideró la resistencia durante la ocupación del sur libanés.
Dahrug insistió en que el misil que mató ayer a un adolescente en el norte de Israel fue disparado por Hezbolá contra aviones que violaban el espacio aéreo libanés.
Beirut y Damasco consideran que las actividades de Hezbolá son "acciones de resistencia legítima contra la ocupación".
Siria, principal árbitro de la política en Líbano, mantiene en el sureste de ese país a unos 20.000 soldados desde 1976, a los que Israel acusa de ofrecer entrenamiento militar a milicianos de Hezbolá.
La tensión en la frontera líbano-israelí centrará una reunión que Obeid mantendrá hoy con los embajadores de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, organismo al que Israel y el Líbano presentaron dos quejas en relación con lo sucedido.
Entre otros asuntos, la situación en el sur libanés también centrará una reunión que mantendrán en El Cairo el presidente egipcio, Hosni Mubarak, y el heredero saudí, príncipe Abdulá bin Abdulaziz, que llegó ayer a Egipto procedente de Siria.