HARBEL, Liberia.- Nuevos enfrentamientos estallaron el martes el Liberia, un día después de que el ex Presidente Charle Taylor saliera al exilio dejando la esperanza de que su partida ayudará a llevar la paz al devastado país de África occidental.
El gobierno de Liberia y una facción rebelde llamada Model se acusaron mutuamente de iniciar el nuevo derramamiento de sangre.
Funcionarios dijeron que los combatientes estaban en la región de Harbel, a unos 50 kilómetros del aeropuerto internacional de Monrovia, al tiempo que se anunciaba que efectivos de las fuerzas de paz de África occidental se dirigían allí para contener la violencia.
Entretanto, otra facción rebelde, que controla un puerto clave para la entrada de ayuda destinada a cientos de miles de hambrientos refugiados, dijo claramente por primera vez que desea encabezar un gobierno interino ahora que Taylor se fue.
Durante largo tiempo el temor de muchos liberianos ha sido una lucha interminable por el poder entre milicianos leales al gobierno y facciones rebeldes tribales, remanentes de la guerra civil de la década del 90.
Esperando cerca de la costa para tratar de reforzar los esfuerzos de paz y llevar ayuda se encuentran tres barcos de guerra estadounidenses con 2.300 marines a bordo, pero Washington no ha dicho si comprometerá tropas terrestres.
El ministro de Defensa de Liberia, Daniel Chea, instó a las fuerzas de paz, actualmente de 800 hombres, a que entren en acción y detengan los enfrentamientos cerca del aeropuerto.
"No hay motivo para esto. Taylor se ha ido, eso es lo que ellos querían. Su agenda (de los rebeldes) simplemente parece ser una total aniquilación del pueblo liberiano", dijo a Reuters.
La guerra no ha terminado
Un portavoz de Model, el general Boi Bleaju Boi, culpó a hombres leales al gobierno y dijo: "No estoy de acuerdo en que la guerra acabó. Los elementos del gobierno que han estado causando problemas todavía están ahí, ellos nos están atacando".
Mientras nuevos refugiados llegaban al pueblo de Harbel, huyendo de los combates, otros que habían llegado a esta región de plantaciones de caucho para escapar de la violencia en Monrovia, optaban por retornar a la capital.
"Vimos a los soldados corriendo y nos dijeron que nos fuéramos porque Model estaba viniendo", dijo Joseph, un refugiado.
El nuevo Presidente, Moses Blah, llamó al estadounidense George W. Bush a intervenir con tropas, y ofreció a los rebeldes el puesto de vicepresidente -que él mismo ocupaba bajo Taylor- como rama de olivo para tratar de reunificar un país destrozado por 14 años de violencia.
"Por favor sálvennos de esta pesadilla, estamos sufriendo, estamos muriendo", le dijo Blah al canal de televisión estadounidense CNN.
Se espera que los rebeldes se reúnan con funcionarios de la embajada estadounidense para discutir una retirada de partes de Monrovia y reabrir el puerto.
Washington dijo que su prioridad es ayudar a los miles de refugiados que huyen de la violencia, la cual ha cobrado 2.000 vidas en Monrovia desde junio.
Pero rebeldes del movimiento Liberianos Unidos para la Reconciliación y la Democracia (LURD) dijeron que incluso si se retiran del puerto insistirán en mantener su control sobre los suburbios de Monrovia. También dijeron que deseaban encabezar un gobierno interino.
"Fuimos responsables de la caída de Charles Taylor (...) Queremos servir con nuestra mejor capacidad. Eso significa que podemos ser presidentes del gobierno interino", declaró a la prensa Sekou Fofana, el principal líder rebelde en Monrovia.
Taylor llegó en las primeras horas del martes al pueblo de Calabar, en el sureste de Nigeria, para comenzar su exilio en una zona de elegantes residencias preparadas para él y decenas de familiares y amigos.
