BRASILIA.- Los funcionarios públicos brasileños, en huelga parcial por tiempo indeterminado desde hace 34 días, realizarán el 19 de agosto una nueva protesta multitudinaria contra el proyecto de reforma del sistema de pensiones de los empleados del Estado, impulsado por el Presidente Luiz Inacio Lula da Silva.
La "marcha sobre Brasilia" fue convocada durante una asamblea del comando de la huelga realizada en la noche del lunes y, según sus organizadores, deberá reunir a 100.000 personas, el doble del número de participantes en la última protesta, realizada el 6 de agosto.
Según sindicalistas que participaron en la asamblea, la tercera manifestación de la categoría se destina a presionar el Congreso a modificar el proyecto de reforma previsional aprobado en primera vuelta por la Cámara Baja, la semana pasada.
La propuesta elimina varios privilegios de jubilación disfrutados hasta ahora por los funcionarios públicos, al establecer un límite máximo para los beneficios pagados por el Estado y limitar el derecho de jubilación a los funcionarios que hayan cumplido 60 años de edad y hayan aportado durante por lo menos 35 años al sistema previsional.
No obstante, los sindicalistas consideran que aún es posible cambiar algunos "puntos importantes" del proyecto. "El escenario aún no está definido", expresó Agnaldo Fernandes, quien integra la comisión ejecutiva nacional de la Central Única de Trabajadores (CUT), la mayor del país.
A su vez, el presidente de CUT, Luiz Marinho, prometió a los funcionarios públicos que movilizará a los sindicatos afiliados para que participen en la manifestación del 19 de agosto, pese a que la entidad se abstuvo inicialmente de apoyar la huelga de la categoría.
Los dirigentes del Comando Nacional Unificado de la Huelga, decidieron además mantener el paro de empleados federales, iniciado el 8 de julio pasado, y que afecta ahora -total o parcialmente- al 68 por ciento de las oficinas públicas.
La Central Única de Trabajadores (CUT) confirmó su apoyo a la manifestación que, según sus organizadores, reunirá a unas 30.000 personas delante de la Explanada de los Ministerios, el centro del poder político de Brasil, en el día previsto para la votación del proyecto en primera vuelta por la Cámara Baja.
Los organizadores de la manifestación aseguraron, por otra parte, que la tercera "Marcha sobre Brasilia" será "pacífica", y prometieron que evitarán que se repitan los incidentes de violencia de la protesta del 6 de agosto.
En esa oportunidad, manifestantes que intentaron invadir las dependencias del Congreso Nacional se enfrentaron con la policía y rompieron vidrios de las puertas y ventanas de la Cámara Baja, en un conflicto que dejó a por lo menos tres personas heridas.
La Coordinadora Nacional de Entidades de Servidores Federales (Cnesf) atribuyó el ataque a personas desvinculadas del movimiento.
