La momia se encuentra en perfecto estado de conservación (Reuters).
BOLZANO.- El "Hombre de los Hielos", la momia encontrada en 1991 en un glaciar de Los Alpes, fue un guerrero y cazador que hace 5.000 años combatió con al menos cuatro personas antes de morir, según los últimos estudios realizados con los restos de sangre hallados en sus armas y ropajes.
La momia congelada, bautizada como Oetzi, ha sido sometida a nuevos y exhaustivos análisis por un equipo de investigadores en Bolzano (norte de Italia), donde se exhibe en el museo local en una sala especial a baja temperatura.
El biólogo molecular australiano Thomas Loy, de la universidad de Queensland en Brisbane, ha llegado a sorprendentes conclusiones tras estudiar a fondo restos de sangre encontrados en diversos objetos.
"Los análisis han demostrado la existencia de muestras de ADN de cuatro personas distintas a Oetzi", ha asegurado Loy, quien ha descartado que los restos de sangre puedan proceder de la propia momia o de una contaminación con sangre reciente.
El nuevo hallazgo hace suponer que el guerrero mantuvo una feroz lucha con sus enemigos, ya que el ADN ha aparecido en el filo de su puñal, en una punta de flecha partida y en los pliegues de las pieles con las que se envolvía.
Ya el año pasado Eduard Egarter, responsable de la conservación de la momia, había localizado una herida profunda en su mano derecha entre el pulgar y el índice, típica de quien trata de bloquear con la mano a un enemigo armado de un cuchillo.
En nuevos exámenes realizados ahora, el experto ha descubierto diferentes heridas en la mano izquierda, el antebrazo y la espalda, todas ellas sufridas en los dos días anteriores a la muerte.
Las pruebas de una lucha encarnizada son la última de las continuas sorpresas que se derivan de doce años de estudio de la momia, después de que en 2001 los expertos lograran localizar, mediante radiografías y escáner, una punta de flecha debajo de su hombro derecho y las heridas consideradas causa de su muerte.
Se cree que el desafortunado Oetzi había penetrado en una zona perteneciente a una tribu rival, en un paraje conocido hoy como Val Senales, un paso alpino en la frontera italo-austriaca a 3.200 metros de altitud y cercano al glaciar de Similaun, en el macizo del Otzal, de donde proviene el sobrenombre de la momia.
Otros descubrimientos
Más recientemente, en marzo de este año, se descubrió que había comido carne de ciervo y de cabra montés antes de morir, además de trigo y frutos del bosque.
Otros análisis detectaron que Oetzi viajaba acompañado de un molesto parásito: piojos.
El "Hombre de los Hielos" es considerado uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes del siglo XX, ya que se trata de un individuo que vivió en la Edad del Bronce, en excelente estado de conservación y con todo su equipo completo de vestimenta, armamento y accesorios.
El guerrero, de unos cuarenta años de edad, se encontraba bien pertrechado para ir por la montaña, con calzones largos y túnica de piel, capa de fibra vegetal, botas rellenas de paja seca y un gorro de piel de oso, y además iba armado con un hacha de bronce, un puñal, un arco y un carcaj con catorce flechas.
La momia, que pesa unos trece kilos, permanece desde 1998 expuesta al público en el museo de Bolzano, en una sala expresamente diseñada para su exhibición que mantiene una temperatura constante de seis grados centígrados bajo cero y una humedad del 98 por ciento.