LIMA.- Campesinos cocaleros de la selva peruana suspendieron una huelga iniciada hace ocho días luego de que el gobierno aceptara dialogar con ellos para abordar sus demandas, informó este sábado la entidad estatal Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida).
La suspensión de la medida es en realidad una tregua de 30 días que será acatada por unos 5.000 campesinos del valle de Monzón, a 415 kms al noreste de Lima, que piden al gobierno paralizar la erradicación forzosa de los cultivos de coca.
El jefe de la oficina descentralizada de Devida en la selva central peruana, Manuel Lambruchini, dijo a la emisora Radio Programas del Perú que los productores cocaleros evaluarán en 30 días si retoman su medida de fuerza en función al resultado del diálogo.
El gobierno había indicado el jueves su disposición a sentarse a dialogar en el más breve plazo, pero los cocaleros agrupados en la Asociación de Productores Agropecuarios del valle del Monzón evaluaron previamente si suspendían o terminaban su huelga.
Los cocaleros peruanos se oponen a implementar programas de desarrollo alternativo a sus cultivos de hojas de coca que promueven Estados Unidos y algunas organizaciones no gubernamentales, cuya presencia en la zona rechazan.
La delegación gubernamental estaría encabezada por un representante de la primera ministra, Beatriz Merino, además del ministro de Agricultura, Francisco Gonzáles.
El pliego de reclamos de los cocaleros demanda la inmediata paralización de la fumigación sistemática con sustancias químicas así como de la erradicación forzosa y violenta de sus cultivos de coca.
El retiro de los técnicos del Programa de las Naciones Unidas para la Fiscalización Internacional de Drogas (Pnufid), al que acusan de tratar de sorprender a autoridades regionales y municipales para firmar contratos de eliminación de cocales, sin consultar con los agricultores, es otra de las reivindicaciones.
La suspensión de la huelga acarreó el desbloqueo de las vías de acceso a la localidad de Monzón -de 12.000 habitantes- que estaban sembradas de piedras y vigiladas por piquetes de huelguistas.
El cultivo de la coca es legal en Perú, donde la planta se usa para fines medicinales y su consumo forma parte de la tradición andina.
