NACIONES UNIDAS.- La mortífera explosión de este martes en la sede de las Naciones Unidas en Bagdad fue tanto una tragedia humana como un revés político para la misión de la ONU en Irak, afirmó un portavoz del organismo.
"Es una tragedia, creo, no sólo personal sino también un revés político para la misión de la ONU", dijo a la prensa el portavoz principal de la ONU, Fred Eckhard.
"El daño es sustancial, el sufrimiento humano es grande", señaló Eckhard.
El embajador de Siria en la ONU, Fayssal Mekdad, quien preside en agosto el Consejo de Seguridad, dijo que este cuerpo estaba conmocionado por la explosión y será informado lo más pronto posible sobre la situación.
La explosión destruyó parcialmente el edificio principal de oficinas de la ONU en la capital iraquí, donde trabajan unas 300 personas. Funcionarios estadounidenses dijeron que parecía un ataque suicida con un camión bomba.
El principal representante de la ONU en Irak, el brasileño Sergio Vieira de Mello, estaba entre las decenas de heridos por la explosión y su oficina resultó destruida, dijo Eckhard, añadiendo que no había en la sede de la ONU en Nueva York un informe inmediato sobre la situación de los heridos.
"Le deseamos (a De Mello) y a todos los otros que resultaron heridos una rápida recuperación", dijo Mekdad a los reporteros.
El embajador de México en la ONU, Adolfo Aguilar Zinser, instó al Consejo de Seguridad a enfrentar unitariamente "este abominable acto de terrorismo que ha golpeado a las Naciones Unidas en Irak".
"Nuestra respuesta tiene que ser mostrar la fortaleza de las Naciones Unidas en estas circunstancias", dijo Aguilar Zinser.
El embajador paquistaní Munir Akram declaró que el ataque mostraba que el organismo mundial necesitaba tomar mayores medidas de seguridad para proteger a su personal.
"Pero creo al mismo tiempo que necesitamos hacer un esfuerzo mayor para convencer al pueblo iraquí de que las Naciones Unidas están actuando por su bienestar y que estamos allí para ayudarlos a volver a la normalidad", dijo Akram a la prensa.