BAGDAD.- El brasileño Sergio Vieira de Mello, representante de la ONU en Irak que falleció hoy en atentado terrorista en Bagdad, era un veterano diplomático experimentado en la resolución de múltiples conflictos internacionales.
En el atentado de hoy, perpetrado mediante un camión-bomba contra el hotel Canal donde la ONU tiene su sede en Bagdad, murieron al menos 13 personas y hay varias decenas de heridos.
Vieira de Mello, de 55 años, fue nombrado delegado en Irak por el secretario general de la ONU, Kofi Annan, el 23 de mayo pasado para un periodo de cuatro meses.
El diplomático, que no hablaba árabe, rechazó dos veces la propuesta para ocupar su cargo en Irak, según fuentes diplomáticas, pero finalmente accedió a hacerlo por un período corto de tiempo.
Era el candidato favorito de EE.UU. para ocupar ese cargo, que le otorgaba un papel independiente de las potencias ocupantes, aunque mucho más limitado que el de éstas.
La prioridad principal de Vieira de Mello en Irak fue desde el primer momento la seguridad, porque, a su juicio, sin ella no es posible afrontar la construcción de las instituciones democráticas en un estado acostumbrado al sistema personalista de Saddam Hussein.
Durante ese plazo de cuatro meses, Vieira de Mello, que ocupaba también el cargo de Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, fue temporalmente sustituido en esa posición por el guayanés Bertie Ramcharan.
Annan ha dicho del diplomático fallecido que tenía "una experiencia única y excepcional" en operaciones conflictivas, como la de Irak, y lo consideraba un "constructor del consenso" allá por donde cumplía una misión.
El diplomático brasileño, nacido en Río de Janeiro el 14 de marzo de 1948 y educado en París, contaba con amplio historial en la resolución de problemas internacionales desde que en 1969 comenzó su carrera en la ONU.
Realizó misiones difíciles en Pakistán, Sudán, Chipre, Mozambique, y ocupó entre 1981 y 1983 la representación en América Latina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), con sede en Lima.
Fue subsecretario general de esa entidad internacional para Asuntos Humanitarios y Coordinador de la Ayuda de Emergencia, responsable de la Administración Transitoria en Timor Oriental y antes dirigió con carácter interino la misión en Kosovo.
Trabajó en Camboya como director para limpieza de minas, así como en Líbano como asesor político de las tropas de mantenimiento de la paz y como delegado en Bosnia-Herzegovina.
Las tareas principales del diplomático brasileño en Irak consistieron en canalizar la ayuda humanitaria internacional y de reconstrucción, y prestar asistencia al pueblo iraquí en coordinación con Estados Unidos y Reino Unido, cuyos ejércitos ocupan el país árabe desde marzo pasado.
Además, colaboró con las potencias ocupantes para el restablecimiento de las instituciones nacionales y locales, y facilitó el proceso para consolidar un gobierno representativo con reconocimiento internacional.
Vieira de Mello supervisó la reconstrucción de infraestructuras clave y promueve el retorno de los refugiados, la reconstrucción económica, los derechos humanos, y la reforma judicial.
En medios diplomáticos de la ONU se conocían los estrechos lazos entre Vieira de Mello y Washington, e incluso fue invitado para hablar del tema de Irak con el Presidente de EE.UU., George W. Bush y su consejera nacional, Condoleezza Rice, a principios de marzo, antes de que comenzara la invasión del país árabe.
Conocido por su discreto estilo diplomático, Vieira de Mello sustituyó en julio de 2002 al frente de la Alta Comisaría de los Derechos Humanos a la irlandesa Mary Robinson, quien generó fuertes polémicas al acusar a EE.UU. de arruinar las libertades fundamentales tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
Recientemente, el diplomático hoy fallecido insistió en que Irak debía celebrar elecciones antes de 2004 para garantizar el proceso de reconstrucción política del país.
"Antes de finales de 2004 debe haber un referéndum, o elecciones presidenciales o parlamentarias, para asegurar la transición de Irak a la democracia", resaltó Vieira de Mello hace apenas seis días en un encuentro con la prensa.
