BRASILIA.- El descuido de un chofer de la embajada de Chile en Brasilia por poco impidió que el almuerzo que hoy compartieron los presidentes de Brasil y Chile, Luiz Inácio Lula da Silva y Ricardo Lagos, pudiera ser acompañado con un apreciado vino chileno.
El conductor de uno de los vehículos de la comitiva visitante olvidó las llaves dentro del automóvil y lo cerró antes de que los diplomáticos pudieran retirar la caja de botellas de vino tinto que los chilenos habían traído especialmente para el almuerzo.
El incidente fue relatado por atónitos diplomáticos brasileños a los periodistas que esperaban el mensaje de ambos mandatarios en la Granja del Torto, la residencia de campo de la presidencia brasileña y en donde se realizó la entrevista de los jefes de Estado.
El descuido sólo fue percibido a la hora del almuerzo, que tuvo que ser servido con algunos minutos de atraso, y obligó a los miembros del equipo de seguridad de la presidencia brasileña a realizar varias maniobras para intentar violar un automóvil blindado.
Tras veinte minutos de infructuosos esfuerzos y de golpear uno de los vidrios del automóvil hasta con la cacha de una pistola, los guardaespaldas de Lula tuvieron que rendirse ante un cerrajero traído a las prisas y que consiguió rescatar las botellas de vino.
La visita de Lagos a Brasil de menos de 24 horas fue la primera del mandatario chileno a este país desde que Lula asumió la presidencia brasileña, el 1 de enero pasado.
Los dos presidentes socialistas tuvieron una extensa reunión, después ampliada a ministros de ambos países, en la que discutieron proyectos de cooperación y mecanismos para aumentar el comercio bilateral y fortalecer el Mercosur.