NACIONES UNIDAS.- El Secretario General de la ONU, Kofi Annan, lamentó hoy la muerte de su enviado especial para Irak, Sergio Vieira de Mello, quien "trabajó día y noche para que los iraquíes pudieran construir su propio destino y un futuro en paz".
En un comunicado leído por su portavoz, Fred Eckhard, Annan aseguró que la muerte del diplomático brasileño en el atentado perpetrado hoy con un camión bomba contra la sede de la ONU en Bagdad, que causó otros 16 muertos y decenas de heridos, era una gran pérdida "personal y para las Naciones Unidas".
Annan, que ha interrumpido sus vacaciones y se incorporará mañana miércoles a la sede de la ONU en Nueva York, destacó que a lo largo de su extensa carrera, Vieira de Mello se esforzó por reducir el sufrimiento de los pueblos y por restablecer la paz en conflictos como Kosovo o Timor Oriental, entre otros.
"La muerte de cualquier colega es difícil de soportar, pero no puedo pensar en nadie que no nos podíamos permitir el lujo de perder y que vamos a echar más de menos que Sergio", indicó Annan.
Añadió que en todos los puestos que ha ocupado en la ONU, Vieira de Mello "impresionó a todo el mundo con su encanto, su energía y su habilidad para llevar a cabo las cosas, no por la fuerza sino a través de la diplomacia y la persuasión".
Vieira de Mello fue Alto Comisionado para los Refugiados, coordinador en el Departamento de Ayuda de Emergencia, así como enviado especial de Annan en Kosovo y Timor Oriental.
Su último trabajo antes de ser enviado a Irak había sido el de Alto Comisionado de los Derechos Humanos.
Annan señaló que en Irak, donde ha pasado los últimos meses de vida, el diplomático brasileño trabajaba día y noche para ayudar al pueblo iraquí a recuperar el control de su propio destino y a construir un futuro de paz, justicia y plena independencia.
"Es trágico que haya dado la vida por esta causa, junto con otros empleados que han dedicado su vida a servir a las Naciones Unidas", anotó.
Agregó que "aquellos que lo han matado han cometido un crimen, no sólo contra las Naciones Unidas, sino también contra Irak mismo".
El secretario general compartió el dolor de la familia de Vieira de Mello y manifestó que la ONU seguirá completando el trabajo que éste inició en Irak, para que "su muerte no sea en vano".
Vieira de Mello murió debido a las graves heridas que sufrió en el atentado perpetrado con un camión bomba que fue lanzado contra el hotel Canal, que alberga las oficinas de la ONU en Bagdad.
Según el portavoz de la organización, no fue hasta que el ejército estadounidense rescató su cadáver de entre los escombros y lo llevaron a un tanatorio que se pudo confirmar su muerte.
Eckhard señaló que este no es el primer alto representante de la ONU que ha sido asesinado, pero que sí es el atentado más grande que ha sufrido la organización por el costo de vidas humanas, pues en el atentado han muerto otros catorce empleados de la ONU.
Preguntado si la organización internacional reforzará sus medidas de seguridad en Irak, Eckhard reiteró que la responsabilidad de esas tareas en el país árabe es de las fuerzas de la coalición, lideradas por Estados Unidos y Gran Bretaña.
"La seguridad de todos los iraquíes, las organizaciones no gubernamentales y las agencias de la ONU que operan en Irak están en manos enteramente de las fuerzas de la coalición", puntualizó.
Sobre quién ocupará el puesto de Vieira de Mello como enviado especial en Irak, Eckhard se limitó a decir que el secretario general ya tiene en mente algunos candidatos, debido a que el mandato del diplomático brasileño se acababa precisamente a finales del próximo mes.
Vieira de Mello fue nombrado enviado especial de la ONU en Irak el pasado 23 de mayo por un período de cuatro meses, una vez acabado el cual tenía previsto volver a ocupar su cargo en la Alta Comisaría para los Derechos Humanos.