BUENOS AIRES.- El Senado de Argentina ratificó y dio rango constitucional esta tarde a la Convención Internacional sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de Lesa Humanidad, informaron fuentes parlamentarias.
Tras un breve debate, los senadores aprobaron la iniciativa por unanimidad apenas nueve días después que el Ejecutivo ratificara el proyecto y de que fuera aprobado en la Cámara de Diputados.
Tras esta aprobación, la Cámara Alta comenzó a debatir la anulación de las leyes del perdón que beneficiaron a los represores de la dictadura militar que gobernó el país entre 1976 y 1983.
La ratificación del tratado de las Naciones Unidas de 1968 es una clara señal política para la Corte Suprema de Justicia, que desde hace dos años tiene en estudio la validez de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, que libraron de responsabilidad a más de un millar de militares acusados de violar los derechos humanos.
Mientras los senadores debatían, cientos de personas convocadas por partidos políticos, organismos de derechos humanos, sindicatos y agrupaciones sociales, estudiantiles y desocupados se manifestaban fuera del Parlamento para exigir la anulación de las también llamadas leyes de impunidad.
Argentina se adhirió a la Convención Internacional sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y Lesa Humanidad a mediados de la década de 1980.
En 1995, el Parlamento avaló por ley esa decisión, pero faltaba la ratificación del gobierno para que entrara en vigencia.
En la reforma constitucional de 1994 se incorporaron a la Carta Magna todos los tratados internacionales sobre derechos políticos y civiles, pero éste quedó aplazado.
El tratado declara imprescriptibles los crímenes de guerra y de lesa humanidad "cualquiera sea la fecha" en que hayan sido cometidos y obliga a los Estados firmantes a adoptar las medidas "necesarias para hacer posible las extradiciones de acuerdo" con lo previsto por el Derecho Internacional.